El envejecimiento de la población también tiene sus consecuencias al volante. Uno de cada tres fallecidos en la red viaria gallega supera los 65 años. Aunque son un colectivo prudente en carretera, la pérdida de reflejos les hace reaccionar con más lentitud de lo previsto y, en ocasiones, con despistes que pueden tener unas consecuencias nefastas. Ante el cada vez mayor número de conductores interceptados en sentido contrarios en autopistas y autovías de la comunidad, la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico y Fiscalía de Seguridad Vial reforzaron en 2015 el control ante las sospechas de que muchos usuarios no son aptos para seguir al volante o de, hacerlo, debe ser con determinadas restricciones. Ahora la Fiscalía de Seguridad Vial se propone dar un paso más con una reforma legal que permita a los psicotécnicos donde se renueva el permiso de conducir acceder al historial médico de cada paciente y así detectar la pérdida de capacidad para continuar al volante. En Galicia, los casos de conductores requeridos a examen médico extraordinario para determinar si están en condiciones de continuar con el carné superan los 40 cada mes y representan más del 40% de los tramitados en toda España.

Ya en 2016, el fiscal delegado de Seguridad Vial en Galicia, Carlos Gil, advertía en una entrevista a este periódico que los médicos deberían avisar a Tráfico de las alteraciones de conductores mayores. Lo idóneo sería, según apuntaba, que los médicos de familia, que son los que mejor conocen las circunstancias psicofísicas de los conductores, pudieran comunicar a las autoridades de Tráfico aquellas alteraciones que aprecien en sus pacientes y que pudieran influir en una conducción segura como son la aparición de nuevas enfermedades o el agravamiento de las existentes y la prescripción de ciertos fármacos que pueden alterar facultades necesarias para una conducción segura. No obstante, reconocía el acceso a este tipo de información entra en conflicto con las leyes de protección de datos.

Casi tres años después, el Ministerio Público quiere regularizar este intercambio de datos entre los centros de salud y los psicotécnicos. Y para ello, la Fiscalía de Seguridad Vial impulsará una reforma legal para conectar los centros de atención primaria con las clínicas de reconocimiento de conductores, de forma que puedan compartir los datos médicos de los mayores de 65 años. Todo ello, sin comprometer la confidencialidad entre médico y paciente.

Durante su participación en el primer congreso nacional 'Deterioro de las aptitudes psicofísicas del conductor sénior en el marco del envejecimiento activo' celebrado en Murcia, el fiscal de Seguridad Vial del Estado, Bartolomé Vargas, avanzó que se han puesto en marcha "iniciativas y proyectos para que exista una cobertura legal", que permita que esa información médica protegida llegue "con garantías" a quienes tienen que tomar las decisiones en torno a las aptitudes de los conductores.

"Hay que poner el foco en la importancia de los reconocimientos médicos, ya que para conducir se necesita tener unas condiciones psicofísicas adecuadas. Su carencia es decisiva en la siniestralidad. Por este motivo, para la próxima legislatura, el Ministerio Fiscal tiene preparados varios proyectos para articular una reforma legal que permita que los centros de reconocimiento de conductores puedan conectarse con los de atención primaria y los hospitales para compartir datos. Todo ello sin vulnerar la Ley de Protección de Datos", anunció Vargas.

En España hubo el año pasado 1.800 muertos en accidentes de tráfico y 9.000 heridos graves. Una de cada cuatro víctimas mortales superaba los 65 años. En el caso de Galicia, el colectivo de jubilados representa más del 30% de los fallecidos en siniestros viarios. Con el objetivo de comprobar las condiciones psicofísicas de los conductores sospechosos de no ser aptos para seguir al volante, Tráfico puso en marcha en 2015, en colaboración con la Xunta y el Ministerio de Fomento, el Plan Mayores. Más controles en carretera y envío de los casos sospechosos a un examen médico extraordinario. La mayoría de los requeridos en Galicia para este chequeo del Sergas superan los 60 años, salvo en la provincia de A Coruña que tienen una media de 49 años. La práctica totalidad no se presenta al control médico en su centro de salud, por lo que le es retirado el carné.