Cecilia llenó los embalses de Galicia. La fuerte borrasca que cruzó la comunidad gallega la semana pasada con alertas por lluvia, viento, oleaje y nieve disparó las reservas de agua hasta llegar a duplicar en los concellos costeros el nivel medio del conjunto del país. El paraguas se convirtió en un elemento indispensable para salir a la calle, en especial en las provincias de A Coruña y Pontevedra, en alerta amarilla por las intensas lluvias. El volumen de precipitaciones coloca a los embalses de Galicia-Costa, dependiente de la Xunta, al 86% de su capacidad con un total de 588 hectómetros cúbicos, un 35% por encima del agua almacenada hace un año y casi un 40% por encima de la media de la última década, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica publicados ayer. Las presas de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, gestionada por el Gobierno central, superan el 67% de ocupación con más de 2.000 hectómetros cúbicos. Este volumen es un 38% superior al registrado en 2018 y un 24% superior al de los últimos diez años.

Con este balance, las cuencas gallegas son junto con las del Cantábrico y del País Vasco las únicas que incrementan sus reservas. La caída generalizada en la vertiente atlántica, con 17.443 hectómetros cúbicos frente a los más de 22.000 del año pasado, y los 6.708 de la zona mediterránea, cuando en 2018 rondaban los 8.000, la ocupación total en España se ve mermada: 24.251 hectómetros cúbicos —apenas el 44% de reserva— frente a los más de 30.000 del año pasado y de la media de la década, un 20% menos.

Los datos positivos de esta semana es que sacan al año 2019 de entre los ejercicios con menos agua embalsada de los últimos 30 años. En todo caso, hay que echar la vista atrás, hasta 2017, para encontrar en esta semana una cifra inferior. Entonces estaban al 37%. Anteriormente, los embalses no tenían menos agua que ahora desde hace diez años, cuando en 2009 estaban casi al 43% de su capacidad. Los siguientes ejercicios con menos agua embalsada que ahora son 2007, con el 41,67% y 2005, con el 43,21%.

Por otra parte, la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, avanzó ayer que la Xunta elabora planes de prevención y actuación para las nueve zonas fluviales de Galicia con mayor riesgo de sufrir inundaciones por desbordamiento. Se trata del entorno del río Umia, en los ayuntamientos de Caldas de Reis y Portas; la zona Ulla-Sar, en Padrón, Dodro, Rianxo, Rois, Catoira, Pontecesures y Valga; en el río Anllóns, en Carballo; en el Lagares, en Vigo; en los regatos de Bahíña y de Groba, en Baiona; en el río Fontecova y en el arroyo Trasposta, en Viveiro; y el regato de Campeda, en Vimianzo.