Ahora lo que importa es extraer el fuel de los tanques del Blue Star Blue Star, el quimiquero maltés que, según marinos mercantes consultados, es más que probable que tenga rajados algunos tanques de lastre, lo que no implicaría peligro inminente para el buque ni tampoco para el medioambiente. El navío está entero, aparentemente. Un extremo este que no se podrá certificar hasta que el personal de la compañía encargada del reflotamiento del quimiquero pueda inspeccionarlo a fondo.

Por cómo se han producido los hechos hasta ahora conocidos, se deduce que el Blue Star había fondeado en la ría de Ares y que, a causa del mal tiempo reinante, garreó. La falta de propulsión -consecuencia de un incendio registrado en la sala de máquinas del buque- impidió que pudiese largar las anclas antes de que el efecto vela -toda la estructura del navío frente a los fuertes vientos- condujese al mismo hacia el lugar en el que ahora se encuentra y al que llegó cuando todavía la pleamar estaba vigente. Es por la pleamar, señalan los marinos mercantes consultados, por lo que el buque quimiquero ha podido permanecer encamado entre rocas y arena, en un lugar del que va a resultar muy difícil extraerlo si no es mediante un sistema de reflotamiento.

Con ocho años de vida, el barco maltés ofrece toda la seguridad de un buque compacto, resistente, al que las circunstancias descritas de hendiduras en tanques del doble fondo (si esto se confirma) no impiden el reflotamiento e incluso la navegación posterior hasta un astillero ferrolano para proceder a su reparación si así lo estima su armador. Si esto no pudiera realizarse, el peor de los escenarios es el desguace in situ. Las previsiones de mal tiempo durante estos días parecen indicar que no van a resultar fáciles los trabajos a realizar a bordo. Pese a ello, la extracción de esas cien toneladas de combustible para autoconsumo del Blue Star que permanecen en los tanques parece prioritaria.

Sea como fuere, se trata de un nuevo desafío técnico incluso para una compañía de salvamento como es la Smit Salvage. También para la Dirección General de la Marina Mercante, Salvamento Marítimo y la Xunta de Galicia, implicados todos sus organismos en evitar contaminación marina allí donde esta se ha producido con insistencia en los últimos 40 años.