Un equipo de la Universidade da Coruña, coordinado por el profesor Jaime Fagúndez, trabaja ya para cartografiar la penetración en Galicia de la Cortaderia seollana, más conocida como hierba de la Pampa o plumacho. Conocer la incidencia real de esta planta invasora sobre el territorio resulta fundamental para controlar su expansión. La Consellería de Medio Ambiente está involucrada en un proyecto europeo „ Life Stop Cortaderia„ para el diseño de una estrategia de erradicación en la franja costera, desde el oeste de Francia hasta el norte de Portugal.

Desde finales del año pasado hasta septiembre de 2022, organismos públicos y privados colaboran en la elaboración de una estrategia conjunta para erradicar el plumacho que amenaza la biodiversidad en varias regiones, incluida Galicia. La Xunta participa en este proyecto europeo que tiene un presupuesto global de tres millones de euros y que cuenta con la colaboración del Centro de Divulgación Ambiental de Galicia (Ceida) de Santa Cruz (Oleiros), junto con la ONG SEO/Birdlife (de protección de aves), entre otros. Los trabajos de cartografiado, primera fase del proyecto, han comenzado. Se llevan a cabo por un equipo de investigadores de la Universidade da Coruña que estudia la distribución de la planta por Galicia. Hasta ahora se carecía de un análisis a este nivel y las localizaciones de macollas (conjunto de espigas que nacen del mismo pie) dependía del voluntarismo de ciudadanos y municipios. En un reciente encuentro en Santa Cruz (Oleiros) sobre restauración de espacios degradados, la directora xeral de Patrimonio Natural, Belén do Campo, informó de que una vez que se complete esta primera fase se buscará la forma de hacer frente a la invasión de alto impacto en coordinación con las comunidades del Cantábrico, Asturias, Cantabria y País Vasco.

El plumacho es, según define la Consellería de Medio Ambiente, una "especie exótica invasora ampliamente naturalizada", por lo que resulta prioritaria su "contención local" y alejarla de puntos sensibles como de los espacios de la Rede Natura 2000.

Prueba de ello es que en una única actuación desarrollada en 2018 en la costa ártabra, Patrimonio Natural retiró en la Lagoa da Frouxeira, en Valdoviño, entre otras especies, dos centenares de macollas de plumacho y eliminó sus floraciones.