Basta con echar un vistazo por Internet para comprobar la amplia oferta de particulares en Galicia que anuncian sus viviendas para pasar sus vacaciones. Plataformas como Airbnb, Homeaway, Windu, Niumba o Rentalia tienen colgados miles de anuncios de pisos en alquiler en destinos turísticos de la comunidad. Desde hace dos años y medio, el mercado del alquiler vacacional en Galicia está regulado en un decreto aprobado por la Xunta para evitar la competencia desleal con hoteles y casas de turismo rural. Pero para el sector hotelero ni las trabas legales puestas en marcha por las distintas administraciones (Gobierno central, Xunta y concellos) ni las multas son suficientes para poner coto a este tipo de arrendamientos. Sobre la mesa, los empresarios turísticos ponen una lista de tareas al nuevo Gobierno central, entre otras, restringir la "descontrolada eclosión" de pisos turísticos. Así lo recoge el Barómetro de la Rentabilidad y el empleo de los destinos turísticos españoles de Exceltur, que incluye 15 medidas de urgente aplicación por parte del nuevo Ejecutivo y realiza una radiografía del mercado turístico durante los meses de verano en las ciudades y en los destinos de playa.

Tras advertir de los retos estructurales pendientes en el sector, desde Exceltur „colectivo integrado por empresas de toda la cadena de valor turística y de los subsectores del transporte aéreo, ferroviario, marítimo y terrestre, alojamiento, agencias de viajes y turoperadores, medios de pago, alquiler de coches, hospitales turísticos y centrales de reservas„ urgen una inversión en la mejora de la oferta, en especial en el litoral, así como en la gestión de la congestión en ciudades y ciertos puntos de la costa en temporada alta. Una situación de la que responsabilizan en gran medida al "crecimiento descontrolado" de las viviendas turísticas. En el caso de Galicia, en la actualidad la oferta de pisos vacacionales rondan las 10.000 viviendas y superan las 48.000 plazas „las camas en hoteles apenas llegan a las 56.000„, según datos de la Consellería de Turismo.

Para tratar de poner coto al boom de las viviendas turísticas, el sector reclama al nuevo Ejecutivo central que "resuelva y regule definitivamente con la mayor valentía política, coordinación institucional y legislativa posible, la aún descontrolada eclosión de las viviendas turísticas". Y es que según denuncian, este tipo de alojamientos generan "crecientes problemas asociados a la turistificación: expulsión del residente y banalización de los barrios" y además „añade el documento que acaba de publicar Exceltur„afectan a la reputación social de todo el sector".

En Galicia, desde el sector inmobiliario advertían recientemente de la fuga masiva de arrendamientos del circuito tradicional al alquiler turístico. "El goteo es continuo y constante y lo va seguir siendo ya que la vivienda turística duplica la rentabilidad del alquiler de viviendas tradicionales en ciudades como A Coruña, Santiago o Vigo", destacaba en una reciente entrevista con este periódico el presidente de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), Benito Iglesias. "En solo dos años, ya se han derivado más de 5.000 viviendas (aproximadamente un 60%) del circuito de comercialización tradicional al turístico. Y va a más sin duda alguna, por lo menos hasta el tirón del Xacobeo", destacaba Iglesias.

En este documento sobre la rentabilidad y el empleo de los destinos turísticos españoles recién publicado, los empresarios advierten de las consecuencias que traerá para el sector la progresiva desaceleración económica, junto con el resurgir de varios destinos competidores, la incertidumbre en torno al desenlace del Brexit y los efectos de la quiebra de Thomas Cook o la imagen que proyectan los recientes altercados en Cataluña. Este panorama, según vaticina Exceltur, deja un "escenario crecientemente complejo para el sector turístico español", que, entre otros, "requerirá un replanteamiento y evolución competitiva de sus modelos de gestión de oferta y demanda". Desde el sector urgen una "ambiciosa y verdadera apuesta de Estado en favor de la gradual transformación turística". La nueva legislatura, según reclama, debería servir para "encarar" los nuevos escenarios turísticos cada vez más globalizados, con una "renovada" agenda turística y una estrategia y gobernanza que facilite la gestión "más eficiente, integrada y coordinada" entre las diversas administraciones públicas con el sector privado, "donde la incorporación del mayor talento y profesionalización, sean sus señas de identidad".

El paquete de 15 medidas "con visión de Estado" que proponen se estructura en cuatro ámbitos: "máxima prioridad política interna y en Bruselas para impulsar un reposicionamiento turístico español", "nueva gobernanza que refuerce la capacidad de liderazgo, gestión y coordinación interadministrativa y público-privada del Ministerio/ Secretaría de Estado", "invertir en la capacidad de gestión de empresas e instituciones de cara al gradual y más competitivo reposicionamiento con una puesta en valor más experiencial del conjunto de la oferta" y, finalmente, "un marco, legal fiscal y financiero con políticas de inversión y gestión de infraestructura públicas que favorezcan la mayor competitividad y sostenibilidad de los modelos y destinos turísticos.