Los trabajos previos para tratar de rescatar el buque Blue Star de la costa de Ares -en la que encalló la medianoche del 24 de noviembre- continúan en tierra, a bordo y en el mar.

De todos ellos se encarga la empresa holandesa contratada por el armador, SMIT Salvage, y la compañía local Ardentia Marine. Desde el viernes, 6 de diciembre, se dedican a aumentar la altura de la tirolina instalada en tierra para facilitar el desplazamiento del personal de trabajo a la embarcación.

No solo transportan equipos y alimientos, sino que también se trasladan de esta manera los propios empleados porque el acceso por las escaleras suponía un 'hándicap' para muchos de ellos.

De esta forma, este sábado ya han podido acceder a bordo varios equipos de soldadores para reforzar los puntos de tiro del barco durante los próximos días.

El objetivo es mejorar las condiciones actuales para poder remolcar el buque, ya que esas zonas deberán resistir la fuerza que ejercerán los dos remolcadores, equivalente a 200 toneladas cada uno, en cada uno de los puntos.

Babor y popa

Según el plan de rescate de SMIT Salvage, la operación de tiro consistirá en un arrastre de manera combinada entre la zona de babor y de popa de la embarcación siniestrada.

La idea es volver a intentar desencallarlo durante la pleamar y, a ser posible, con mareas altas, mar de agitado y olas. Estas condiciones ayudarían a los remolcadores a evitar las rocas del fondo y sacar el barco.

Otro factor a favor de esta operación es que en estos momentos el Blue Star pesa unas 110 toneladas menos tras la retirada de combustible de su interior. Además, también se quitará el agua que permanece en los tanques de lastre después de que se rompiese el casco exterior.

Las labores que se llevarán a cabo están relacionadas con la presurización de los tanques a través de aire comprimido para conseguir retirar todo el líquido que haya dentro.

Dos remolcadores de tiro

En la zona ya están los dos grandes remolcadores contratados por SMIT Salvage para la operación de tiro del barco siniestrado. El primero de ellos, Union Princess, lleva varios días amarrado en el puerto exterior de Ferrol y este sábado ya se ha desplazado al lugar del accidente.

El otro, Boka Pegasus, ya está en el puerto de A Coruña, donde recogerá tren de remolque y zarpará hacia la costa de Ares.

Ambos remolcadores están considerados como de los más potentes para poder realizar rescates de este tipo.

Mientras tanto, el Vehintiocho continúa unido con un cabo a la popa del buque quimiquero y será utilizado como un apoyo en estas tareas. Por su parte, Don Inda, de Salvamento Marítimo, permanece en el área.

Todo este dispositivo para poder retirar el barco entre los días 10 y 15 de este mes de diciembre, cuando aguardan tener las condiciones ideales y los preparativos listos para materializar esta acción.