Aunque todavía queda un largo trecho por andar y -no entraría en funcionamiento hasta 2021 de recibir todas las bendiciones-, el proyecto de Abanca para impulsar una universidad privada en Galicia, la primera en la comunidad, ha dado otro paso. Ayer recibió el informe favorable del Consello Galego de Universidades, donde se sientan representantes de la Xunta, rectores, gerentes y presidentes de los consellos sociales de las tres universidades públicas gallegas, junto a miembros designados por el Parlamento y de la Axencia para a Calidade do Sistema Universitario de Galicia, encargada de la verificación y el seguimiento de títulos.

Aunque el dictamen fue "favorable", se topó con la oposición de las tres universidades gallegas. Se registraron ocho votos en contra, entre ellos los de los rectores y gerentes de estas instituciones académicas, según informan asistentes al encuentro. La postura de los rectores no es nueva: ya habían mostrado reticencias desde el comienzo hacia el proyecto e indicaron, como señaló en su momento Manuel Reigosa, de la UVigo, que estarían "vigilantes" para que cumpliese con la ley. Eso incluye, alegaban entonces, que la oferta de títulos de la nueva institución no debía solaparse con la ya existente, que tendría que contar con un profesorado cualificado y que debería suponer, de hacerse realidad, un "enriquecimiento" para el sistema universitario gallego.

No consideran que la propuesta impulsada por Abanca pase ese filtro. Al menos Antonio López, rector de la Universidade de Santiago, entendía ayer que, aunque el proyecto de la Universidad Intercontinental de la Empresa, promovido por la Fundación Galicia Obra Social-Afundación, es "lícito", la propuesta "ni mejora ni completa" la oferta disponible en las universidades públicas, las "mejor" situadas, entiende, para "atender las necesidades del alumnado", informa Europa Press.

Desde las universidades gallegas apuntaron que el rechazo de los gobiernos de las tres instituciones, que comparten opinión, indican, no se debe a una "preocupación por la eventual competencia" que pueda plantear la nueva entidad, sino porque cuestionan que el proyecto presentado, que vieron "escaso", cumpla con requerimientos de la ley del sistema universitario gallego. Así, señalan que se pide que la oferta que imparta sea "complementaria y con títulos que no estén implantados y entienden que este criterio no se cumpliría porque son titulaciones "que están en el sistema". Además, dichas fuentes añaden que las instituciones de educación superior que existen ahora en la comunidad cumplen "sobradamente" con los requerimientos que demanda la sociedad gallega, de modo que no creen "que este sea el momento oportuno" para abrir el espacio a universidades privadas.

En todo caso, el dictamen del Consello Galego de Universidades que analiza si el documento legal, que recibió alegaciones desde septiembre, se ajusta a los "requerimientos" establecidos por la normativa gallega y estatal, es preceptivo, pero no vinculante, aclaran desde la Xunta, lo que implica que, al margen de la decisión tomada, el proyecto sigue adelante.

Desde Educación explican que se trata de un "trámite más" fijado por el procedimiento legal, con el que la Xunta insistió en que iban a ser "estrictos". La normativa que ayer se analizó en el Consello Galego de Universidades debe pasar otros trámites similares, como el dictamen de la Conferencia de Política Universitaria, e ir al Consello de la Xunta antes de llegar a su tramitación parlamentaria. Incluso si el Parlamento aprueba la ley de reconocimiento, añaden, hará falta un decreto de la Xunta para autorizar el inicio de actividad, "una vez comprobado el cumplimiento de los requisitos legales". En esa línea, su oferta, subrayan, debe someterse al proceso de "verificación" previsto.

La Universidad Intercontinental de la Empresa propone por ahora 8 títulos. En cuanto a grados, en la rama de ciencias sociales y jurídicas, plantea un grado en Administración y Dirección de Empresas y otro en Negocios Digitales e Inteligencia Empresarial. En ingeniería y arquitectura pone encima de la mesa un grado en Ingeniería de Sistemas de Información y Ciberseguridad y otro en Ingeniería Empresarial y Emprendimiento Tecnológico.