La Xunta tendrá que costear la restauración y cierre de la antigua cantera de Monte Neme, que hace frontera entre Carballo y Malpica. Tras varios requerimientos judiciales y administrativos en los últimos cinco años a la concesionaria, Leitosa, „ya disuelta vía judicial„, desde que en diciembre de 2014 la Dirección Xeral de Enerxía e Minas aprobó el proyecto de regeneración del entorno minero, será la Administración autonómica la que deberá hacer frente al plan de trabajo en la zona, presupuestado en 794.000 euros. La decisión se produce después de que se diese un plazo de diez días a las sociedades afectadas „Leitosa, Inicia Energy e Inversiones Imison„ para noticiar su domicilio y ofrecer algún tipo de aval para hacer frente al coste para acometer la regeneración de los terrenos afectados por la explotación minera.

Contra la resolución que acaba de publicar el Boletín Oficial del Estado (BOE), que pone fin a la vía administrativa, cabe la posibilidad de interponer recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) en el plazo de dos meses desde el día siguiente al de la notificación de la resolución.

Pese a los intentos de la Xunta por pasarle la minuta de los trabajos de la regeneración en el entorno de Monte Neme, tras el desastre medioambiental ocurrido en febrero de 2014. Entonces una de las balsas de la explotación minera reventó y liberó monte abajo 24.000 metros cúbicos de agua, tierra, lodos y piedras. El agujero que dejó alcanzó los 10 metros de alto por 4 de ancho. La Administración autonómica sacó adelante el proyecto de cierre y restauración del entorno de la antigua mina de wolframio y una cantera durante más de 90 años por un importe de casi 795.000 euros.

Pero la batalla de la Xunta por sacar adelante el plan de regeneración y lograr por la vía judicial que la concesionaria o la aseguradora se hicieran cargo de la factura no dio resultado. Dos fueron las principales causas. Por un lado, los administradores habían presentado un concurso de acreedores y poco después Leitosa fue disuelta por orden judicial. Y por otra parte, la concesión no disponía de un plan de cierre y restauración del entorno de la cantera ya que la anterior legislación no exigía un aval que garantizara la restauración de la zona al terminar la producción.

La cantera de Monte Neme fue explotada por la empresa valenciana Leitosa hasta 2012. Ese año entró en concurso de acreedores y en 2013 fue liquidada, vía judicial a instancia de la comunidad de montes. Desde que en 2014 fue aprobado el plan de cierre de la explotación, la Xunta requirió a la concesionaria la rehabilitación del entorno minero. Ante la falta de respuesta de las sociedades afectadas, Minas comenzó a ejecutar las medidas de seguridad en la zona.

Desde la asociación Salvemos Cabana reclamaron el pasado mes de julio a la Xunta "control administrativo" ante los "riesgos para la seguridad y la salud" de las antiguas balsas mineras de Monte Neme, entre los ayuntamientos coruñeses de Carballo y Malpica. El colectivo denunciaba que tras el desastre medioambiental que hace ya casi seis años dejó un vertido de más de 24.000 metros cúbicos de agua y lodos, la Dirección Xeral de Enerxía e Minas "sigue sin poner una solución efectiva".

En concreto, advertían de que recientemente varias personas sufrieron problemas de salud por bañarse en una de las balsas del complejo de las antiguas minas de wolframio, al que se acude de manera habitual para tomar fotos de sus aguas de color azul turquesa.

Desde la rotura de una de las balsas en la antigua explotación minera, el 10 de febrero de 2014, Salvemos Cabana ha pedido el drenaje y el sellado de las balsas mineras ante el riesgo potencial de accidentes y la toxicidad demostrada del agua de las balsas, con "alarmante presencia de elementos como el aluminio". La asociación denuncia además que en el Monte Neme se ha incumplido la legislación aplicable, tanto a nivel autonómico como Europeo.