El invierno demográfico al que se encamina la comunidad gallega recibió ayer un nuevo empujón. Los datos que publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE) dibujan un panorama desolador sobre el futuro de la población en Galicia. Entre enero y junio de este año, nacieron 7.695 personas. Es la cifra más baja desde que hay datos: 1941. El organismo también aportó los datos de las muertes que se produjeron en ese periodo y, pese a que cayeron un 7,7% con respecto al ejercicio anterior, duplicaron el número de nacimientos. En los primeros seis meses murieron 16.211 personas. La primera vez que el número de muertes duplicó a los alumbramientos fue el año pasado. Y en la mitad de este ejercicio se mantiene esta tendencia.

Como consecuencia, el saldo vegetativo (diferencia entre nacimientos y muertes) en Galicia mejoró con respecto a hace un año (8.426 frente a 9.119), pero es el peor de todas las comunidades. La cifra gallega representa el 18% del total. Y si se suman las tres autonomías con peor saldo vegetativo (Galicia, Castilla y León y Comunidad Valenciana) casi supone la mitad (47%) del total.

Ni las políticas demográficas impulsadas por la Xunta para atraer a gallegos de la diáspora ni la llegada de inmigrantes a la comunidad consiguen que las cifras mejoren. Y lejos de mejorar, empeoran. Galicia lleva más de un cuarto siglo con su saldo vegetativo en negativo.

El número de nacimientos registrado en el primer semestre consolida la tendencia a la baja de los últimos años. Entre enero y junio, la cifra cayó un 7,4% y si la vista se echa atrás solo cuatro años el desplome alcanza el 18%. La caída de los alumbramientos no solo se da en Galicia. También se produce en todas las comunidades, excepto en La Rioja donde crecieron un 5,9%. La mayor bajada fue en Asturias (-12%).

La diferencia entre los nacidos y los muertos en Galicia habría sido mayor sino se hubiese roto en el primer semestre la racha de tres años consecutivos en los que aumentaron las defunciones. En la primera mitad de 2019 cayeron hasta las 16.121. Un 7,7% menos que hace un año.

Al nivel nacional, el número de muertes se redujo en todas las comunidades. La clasificación la lideraron Andalucía (-9,2%) y Canarias (-8,1%).

Si se analiza el saldo vegetativo por comunidades, fue positivo en la Comunidad de Madrid, donde los nacimientos superaron en 2.840 a las muertes, la Región de Murcia (354) e Illes Balears (219).

Por provincias, existe una gran diferencia entre las del interior y las atlánticas. En Ourense las muertes multiplican por 3,4 a los nacimientos y en Lugo casi las triplican (2,8).

Por el contrario, en A Coruña casi las duplican (1,9) y en Pontevedra se multiplican por 1,6.

Ocho de cada diez nacimientos que se produjeron en Galicia en el primer semestre del año fueron en A Coruña (3.206, el 41% del total) y en Pontevedra (2.924, el 37,9%). Por el contrario, en Lugo hubo 858 (11,1%) y en Ourense (9,1%).

En las dos provincias atlánticas fue también donde más fallecimientos hubo „también son las que tienen más población„. En A Coruña se produjeron 6.361 defunciones (el 39,4%) y en Pontevedra, 4.893 (el 30,3%). Tanto en Lugo (2.437) como en Ourense (2.430) se quedaron en el 15%.