Los 3.500 apicultores gallegos cierran el año con buen sabor de boca. La producción de miel fue mucho mejor que el ejercicio anterior, que había sido muy mala, y en algunas zonas se ha llegado a duplicar la cosecha. La Indicación Geográfica Protegida (IGP) Mel de Galicia, que acoge a unos 300 apicultores gallegos, los más profesionales y con mayor número de colmenas, espera certificar unas 600 toneladas de miel procedentes de 48.000 colmenas. Y eso que la velutina siguió presente un año más.

En el sector apícola hay dos Galicias: la norte, hasta Lalín, y la sur. "Este año no fue malo a nivel de producción, sobre todo por la costa donde fue bastante bueno en general. En el interior depende de la climatología. En general fue bueno, pero hubo algunas zonas en las que hay castaño en las que hubo tormentas en el momento de la floración y se perdió la floración", explica Esther Ordóñez, presidenta de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Mel de Galicia.

De la misma opinión es Xesús Asorey, secretario técnico de la Asociación Galega de Apicultura, que aglutina a unos 2.000 productores. "En el sur ha sido una cosecha no muy buena, aunque no peor que el año pasado. Y en el norte, en la zona costera, en primavera fue muy buena. Fue la mejor de los últimos años en el eucalipto. Hubo zonas en las que se duplicó la cosecha y en otras fue la mejor en años", reconoce.

¿Las causas de esta producción dispar? Las condiciones climatológicas y la presencia de la velutina. "La primavera temprana vino buena para la floración del eucalipto y las condiciones climáticas fueron buenas y las abejas hicieron mucha miel", expone Asorey, quien destaca que, a partir de junio y julio, sobre todo en la provincia de Ourense, "hubo una mala cosecha por la sequía. No se ha recuperado a pesar de las lluvias ya que hay una sequía que viene de atrás. Las plantas no dan néctar y las abejas no producen miel".

El otro hándicap es la velutina. "Tuvo zonas. Hubo zonas en las que la acción de la velutina fue muy alta y otras en las que no", afirma Ordóñez. "Lo que sucede con la velutina es que es una plaga que provoca que las colmenas no se puedan preparar bien para el invierno, que nos aumenten mucho los costes de producción y que no podamos ser competitivos a nivel comercial con otras comunidades que no la tienen. Por eso, tenemos que repercutir todos esos gastos en el precio de la miel", avisa.

El secretario técnico de la Asociación Galega de Apicultura asegura que este año la velutina influyó menos porque en la Galicia-Costera, que es la más afectada, la cosecha vino temprano. "En el mes de julio la gente ya hizo la cosecha y la velutina afecta sobre todo en los meses de julio, agosto, septiembre y octubre. Y la cosecha ya estaba hecha y perjudicó menos que otros años", apunta.

Pese al incremento de la producción, los precios de la miel no sufrirán grandes cambios. A nivel internacional sí que han bajado, debido a la gran oferta de países asiáticos, pero en Galicia con la denominación de origen los precios se mantienen.

"La miel que está bajo la IGP Mel de Galicia es un producto que tiene un valor añadido y ya hace años que está repercutido en el precio de la miel. Aún así se debería aumentar un poco más el precio por todos los problemas que nos provoca la velutina y que nos incrementa los costes de producción", explica la presidenta de la Indicación Geográfica Protegida Mel de Galicia.

El precio de la miel a granel a nivel nacional e internacional sí que bajó, pero Esther Ordóñez alerta de que los apicultores gallegos "no deberían vender su miel fuera de la IGP porque Galicia tiene la suerte de contar con una IGP que es reconocida a nivel mundial y eso le da un valor añadido a nuestra miel".