No hacerse cargo de una avería, retener la fianza sin motivo, pedir pagos en negro, subir el alquiler de manera abusiva... Son las desavenencias más comunes entre inquilinos y caseros, cada vez más habituales en el mercado inmobiliario. Y es que cuatro de cada diez gallegos que viven en alquiler afirman haber sufrido en alguna ocasión algún conflicto con el propietario. De hecho, Galicia es la segunda comunidad (42%), por detrás de Andalucía (44%) con peor relación entre arrendatarios y arrendadores. Aunque no es habitual, en los casos más extremos, uno de cada diez inquilinos, ha tenido que acudir a un procedimiento de mediación o arbitraje por desacuerdos con su casero, según recoge el informe Inquilinos vs Caseros. Los conflictos en la vivienda de alquiler en España presentado ayer por la División de Hogar de Línea Directa Aseguradora.

Desde el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, son cada vez más los ciudadanos que viven en pisos de alquiler. En Galicia, más del 20% de los hogares son en régimen de arrendamiento. La situación económica, la dificultad de acceso a las hipotecas o el cambio de la propia mentalidad han contribuido a este crecimiento del mercado del alquiler: en una década los arrendamientos han crecido más de un 3%, hasta alcanzar los 3,5 millones de viviendas en España (el 18% del total, que en el caso de Galicia ya representa el 20% y en algunas ciudades, como A Coruña, alcanza ya el 25%). La subida de precios y la disminución de la oferta disponible son otros de los inconvenientes que se encuentran a la hora de buscar piso. La oferta de vivienda en alquiler en el conjunto de Galicia baja por primera vez de las 3.300, según datos de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein). El escenario más "complejo" por la reducción de la oferta, según advierte la patronal, se concentra en las ciudades de Lugo, Santiago, Vigo y A Coruña, principalmente.

Más de la mitad de los gallegos que viven en alquiler, en concreto el 53%, lo hacen porque no pueden permitirse comprar un piso, según la encuesta realizada por Línea Directa Aseguradora. Y en esta situación, un 63% admite haber tenido dificultades para acceder al alquiler, bien por su precio o bien por los requisitos exigidos por los caseros.

En algunas ciudades las tarifas han llegado a dispararse hasta un 50% en los últimos cinco años. Según los arrendatarios, los responsables de esta situación son el propio Gobierno, por no haber limitado los propios o fomentar la oferta, el boom de los pisos turísticos y los propios caseros al pretender "especular" con la vivienda.

Ante esta situación, los inquilinos exigen soluciones; desde mayores ayudas económicas o la intervención del mercado regulando precios hasta una legislación más dura que proteja a los propietarios de morosos. También se demanda un aumento de la vivienda pública destinada al alquiler (52% de los encuestados).

Sobre el estado de los inmuebles, siete de cada diez arrendatarios gallegos acusan a sus caseros de alquilar viviendas "descuidadas" o sin las reformas necesarias.

A pesar de ser uno de los bienes más valiosos, la vivienda sigue sin ser una prioridad para muchos propietarios. El informe de Línea Directa estima que en España hay unos 2,2 millones de pisos arrendados sin seguro del hogar, lo que supone el 63% del total. Los siniestros más comunes en estas casas son daños por agua (60%), averías eléctricas (21%) y rotura de cristales (16%).

Sobre la accidentalidad en el hogar, el 23% de los inquilinos afirma haber sufrido algún siniestro estando de alquiler. Estos siniestros son una importante causa de conflicto. Tal es así, que el 55% de los españoles que viven en alquiler asegura haber tenido problemas con su arrendador por un siniestro. Entre las razones más frecuentes se encuentra el no tener contratado un seguro de hogar, según asegura uno de cada cinco inquilinos consultados.

Una de las principales conclusiones de la encuesta realizada por Línea Directa Aseguradora es que el 34% de los inquilinos españoles reconoce haber tenido algún problema con su casero. A la cabeza de la conflictividad se coloca Andalucía (44%), seguida de Galicia (42%) y Extremadura (41%). En el lado contrario, se encuentran La Rioja (14%), Navarra (24%) y País Vasco (28%), donde arrendatarios y arrendadores se llevan mejor.