"Que la estabilidad política y el bienestar de las personas se anteponga ahora y para siempre jamás, al tacticismo y los cálculos electoralistas". Así lo defendió ayer en la ceremonia de Traslación del Apóstol, que se celebra cada 30 de diciembre en Santiago, el presidente del Parlamento, Miguel Santalices. El titular de la Cámara gallega, que actuó como delegado regio, erigió en centro de su discurso la "reinvidación" de la política "con mayúscula", la que busca "el acuerdo", y la política y los políticos que "que respetan el Estado de Derecho y la separación de poderes", aunque también dedicó palabras a desafíos como el del cambio climático, la lucha contra las "tentaciones xenófobas" frente a la inmigración o la violencia machista.

"La política con mayúsculas, la que busca el acuerdo y responde y soluciona con inteligencia los problemas de los ciudadanos; reivindicamos la política y los políticos que respetan el Estado de derecho y la separación de poder consagrada por la carta magna aprobada por una inmensa mayoría de españoles", proclamó el delegado regio en un contexto de desafío marcado por el desafío soberanista catalán. El representante regio conminó así a que "la estabilidad política y el bienestar de las personas se anteponga, ahora y para siempre, al tacticismo y los cálculos electoralistas".

A continuación, en su homilía, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, advirtió de que "urge dar testimonio del Evangelio" y de que la existencia humana "no puede reducirse a una forma cerrada de estar en el mundo, sino a una realidad abierta a lo trascendente". "La secularización interna que vivimos se manifiesta en la débil transmisión de la fe a los jóvenes, que no saben qué hacer de sus vidas y que deben ser escuchados; y en la disminución de vocaciones para el sacerdocio y para la vida consagrada", alertó.