Están al alcance de muy pocos. Y es que dos millones de euros no los gana la inmensa mayoría de trabajadores en toda su vida. O toca el Gordo de Navidad o no queda otra que seguir soñando con propiedades reservadas al bolsillo de millonarios. Galicia suma en la actualidad 36 inmuebles que superan los dos millones de euros: 15 en la provincia de A Coruña, 20 en la de Pontevedra, tan solo una en Ourense mientras que en Lugo no hay ninguna que supere este importe. La propiedad más cara en la comunidad y de las de mayor cuantía de toda España: un pazo en Nigrán, a la venta desde hace años por 5,5 millones de euros. Le sigue en el ranking de exclusividad, el pazo de Lousame, en A Coruña, por 4 millones.

Joyas arquitectónicas del siglo XIV, castillos y pazos del siglo XVIII, casas indianas y chalés en primera línea de playa buscan compradores con una cuenta bancaria con muchos ceros. Solo las diez propiedades en venta más caras de Galicia alcanzan un valor de 36 millones de euros.

Hasta dos o tres años de media suelen estar estas propiedades hasta que dan con un comprador. El principal problema, según apuntan desde el sector inmobiliario, es que al propietario le cuesta bajar el precio, que ya de por sí es elevado. Casi siempre, las operaciones con inmuebles de lujo se producen cuando son fruto de una herencia. ¿El perfil de los compradores? Empresarios de éxito, altos ejecutivos o directivos de grandes empresas y también empresarios nativos con intereses empresariales en Sudamérica, principalmente.

Milla de oro

El mapa de las propiedades de lujo refleja un comportamiento asimétrico entre la Galicia del interior y de la costa e industrial. La milla de oro de la vivienda exclusiva en la comunidad se concentra en localidades de las Rías Baixas (Sanxenxo y Nigrán como máximos exponentes) y en A Coruña y Oleiros. La oferta de inmuebles residenciales por encima de los dos millones de euros en la provincia de A Coruña procede de 9 concellos: A Coruña (tres propiedades en Ciudad Jardín y una en Ensanche), Oleiros (4), Santiago (una en San Caetano y otra en el casco histórico), Lousame, Oza dos Ríos, Fisterra, Corcubión y Bergondo (todos estos con una casa de lujo en venta). Las 20 propiedades en la provincia de Pontevedra se concentran en Sanxenxo (5), Nigrán y Coruxo (ambos con tres), Baiona y Portonovo (2) y Gondormar, A Guarda, Vigo-O Castro, Ramallosa y Panxón (todas estas áreas con una vivienda por encima de los 2 millones).

En la provincia de A Coruña, está a la cabeza de las propiedades exclusivas un pazo en Lousame por 4 millones, seguido del emblemático pazo de Armuño, en Bergondo, por 3,8 millones, un castillo en Cee por 3,5 millones, un chalé en Corcubión por 3 millones y una casa indiana en A Coruña-Ciudad Jardín por 2,9 millones.

En Pontevedra, destaca un pazo en Nigrán, con 4 hectáreas de terreno, por 5,5 millones. En la lista de inmuebles de lujo en la provincia pontevedresa figuran, entre otras, una vivienda en Coruxo por 4,5 millones, un chalé en Ramallosa por 3,5, un palacio en Baiona por 2,7 millones, un chalé en la isla de A Toxa por 2,6 millones o un pazo en Teis para rehabilitar por 2,4 millones.

"Aun así, estamos a años luz del norte de Portugal, donde están a la venta más de 215 propiedades de lujo, cinco veces más que en toda Galicia", destaca el presidente de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), Benito Iglesias. Principalmente, la oferta se concentra en Oporto y su área metropolitana (110). "No solamente han atraído la vista de inversores foráneos, sino también la de jubilados europeos de alto poder adquisitivo, que las adquieren para habitar en ellas", detallan desde la patronal gallega. El norte de Portugal, según advierte Iglesias, ha creado una "muy dura competencia" no solo para el sur de Galicia, sino para toda la comunidad, ya que el sector inmobiliario ha sido una de las vías para captar inversión al país luso a través de los visados Gold, creados en octubre de 2012 y que otorgan el permiso de residencia a quienes compren inmuebles por un importe superior al medio millón de euros.

"Están captando también el interés de inversores gallegos; es de sobra conocido las grandes fortunas gallegas y fondos de inversión que ya han tomado posición en suelo urbanizable y edificios y viviendas en el país vecino", apunta Iglesias. "O reaccionamos con agilidad y habilidad, o nos pasará lo mismo que a los aeropuertos gallegos con la terminal de Oporto, que seremos nosotros mismos nuestro principal cliente", cuestiona el presidente de Fegein.

La patronal advierte de que hacen falta con urgencia políticas de planificación de la vivienda en Galicia y normativas "claras, concretas, agrupadas y legibles", así como una reducción "más que sustancial de la enorme burocracia urbanística", que „denuncia„"lamina cualquier esperanza de competitividad". "O las administraciones reaccionan quitándose de encima sus particulares y exclusivas orejeras, o perderemos el tren de la competitividad en vivienda residencial y foráneas", concluye el presidente de la patronal inmobiliaria gallega.