Apenas tres años han pasado desde que entró en vigor el decreto de pisos turísticos en Galicia y ya son casi 9.700 las viviendas dadas de alta para este tipo de actividad, lo que supone una oferta de más de 50.000 camas. Mientras, las plazas en hoteles apenas llegan a las 56.000, según datos de la Consellería de Cultura e Turismo. Es decir, las viviendas turísticas ya casi suman la misma oferta que el sector hotelero en la comunidad.

La mayor rentabilidad que ofrecen los pisos turísticos ha provocado en los últimos años una estampida de las viviendas en arrendamiento del mercado tradicional. Solo en 2019, entre 1.200 y 1.400 inmuebles dejaron de alquilarse por estancias largas para hacerlo a turistas en Galicia, según estimaciones de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein). El 70% en las ciudades.

Según la urbe, los beneficios pueden estar entre dos y más de tres puntos por encima del que ofrece el alquiler tradicional. En el caso de A Coruña, la rentabilidad de un piso turístico es del 8,4% y en Vigo, un 8,2%, por el 5,2% y el 5,3%, respectivamente, del mercado tradicional.