Un mes de gracia. Es el plazo que da la Xunta a los propietarios de pisos turísticos para que incluyan el código de actividad en el anuncio que ya tienen colgado en las plataformas online. Esta información es obligatoria desde el 1 de enero, pero por el incumplimiento de este requisito no se empezará a multar hasta el próximo mes de febrero. Basta con echar un vistazo por internet para comprobar la amplia oferta de particulares en Galicia que anuncian sus viviendas para pasar varios días de vacaciones. Pero son una gran mayoría los que no cumplen con las exigencias de Turismo. O en las próximas semanas incluyen en la descripción de sus viviendas o apartamentos ofertados su número de Registro de Empresas e Actividades Turísticas (RETA), o cientos de dueños de este tipo de alojamientos tendrán que afrontar el pago de multas que van de los 900 euros hasta los 9.000.

Desde que entró en vigor el decreto que regula el uso de pisos vacacionales en la comunidad, en mayo de 2017, casi 9.700 viviendas se han dado de alta en el registro de la Xunta. Con el objetivo de regular un sector al alza y evitar la competencia desleal con el resto de alojamientos turísticos, el Ejecutivo autonómico puso en marcha un decreto en el que fijó las obligaciones legales de los propietarios y ahora se propone endurecer todavía más la vigilancia sobre este tipo de establecimientos vacacionales. Y lo hará con un doble control: la licencia de actividad, ya no solo la obligación de tener que dar de alta el negocio sino también de publicar con el anuncio el número de registro, y los datos de ocupación, que deberán ser remitidos a la Xunta trimestralmente.

A partir del próximo mes, la Consellería de Cultura e Turismo sancionará a los propietarios que se publiciten en plataformas sin estar inscritos en el Registro de Empresas e Actividades Turísticas o simplemente no incluir el número, por lo que comprobará que en todos los anuncio aparezca el código del RETA. De lo contrario, la sanción podrá alcanzar hasta los 9.000 euros.

Número de estancias, metros cuadrados, ubicación y lugares de interés próximos, Wifi, aparcamiento, piscina, fumadores, mascotas, horarios de entrada y salida, comentarios de inquilinos... Todos estos elementos son los que suelen repetirse en la descripción del apartamento o incluso de la habitación que se anuncian en plataformas como Airbnb, HomeAway o Booking, pero en torno a la mitad carecen a día de hoy del número de registro o de licencia.

En aquellos inmuebles que lo incluyen, el código aparece en las últimas líneas de la información sobre el piso y tan solo en contados pisos este dato está destacado en la portada, antes de acceder a la descripción.

Desde la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga), su presidenta, Dulcinea Aguín, celebra que la Xunta se esmere en la regulación del sector aunque recuerda que desde el colectivo nada más este tipo de inmuebles empezaron a operar en la comunidad aconsejaron a los propietarios incluir el número de registro de actividad en sus anuncios. Y además hacen un llamamiento a las plataformas que publicitan este tipo de inmuebles, ya que según advierten desde Aviturga, no hay un apartado específico en el que incluir esta información, por lo que emplaza a los portales que lo creen para facilitar a los dueños la inclusión de este dato.

Desde que Galicia regula estos alojamientos, Turismo ha abierto un total de 107 expedientes „en 43 casos por denuncias de terceros„ que han derivado en 31 sanciones. El principal motivo de estas multas: operar sin estar inscritos en el registro o sin autorización. Son infracciones graves que oscilan entre 900 y 9.000 euros.

Por otro lado, la ley de acompañamiento de los presupuestos incluye una enmienda a la Lei de Turismo de Galicia para incidir en que la comercialización de viviendas de uso turísticos debe implicar el disfrute de la totalidad de la vivienda, "sin que se puedan formalizar contratos por cuartos ni coincidir dentro de la vivienda personas usuarias que formalicen diferentes contratos".

Pese a que el Tribunal Supremo se manifestó a favor del alquiler por cuartos y anuló la parte del decreto de la Xunta que impedía esta modalidad, Cultura eleva ahora a rango legal la prohibición para "blindarla", como alegaron desde el departamento tras conocer el dictamen del alto tribunal. Román Rodríguez defendió ayer que el alquiler por habitaciones "no encaja en el modelo turístico gallego".Pese al veto del Gobierno gallego al alquiler de habitaciones para turistas, son todavía cientos los anuncios de este tipo en diferentes plataformas online.