Rebaja de la velocidad de 100 a 90 km/h en las carreteras secundarias. Con esta nueva limitación arrancó 2019, un cambio que consiguió reducir la accidentalidad en este tipo de vías, las más peligrosas en Galicia ya que concentran más del 90% de los siniestros de tráfico mortales frente al 75% de la media nacional. La actualización del catálogo de sanciones quedó pendiente para la nueva legislatura. Será este año cuando se endurecerá el carné por puntos, tras más de doce años en vigor, con un mayor castigo por el uso del móvil al volante o por viajar sin cinturón de seguridad o sin casco. La DGT pone el punto de mira uno de los colectivos vulnerables en carretera: los motoristas. El año pasado hubo 264 fallecidos sobre dos ruedas en la red viaria española „el balance más elevado desde 2009„ y que supone un aumento del 21,6% „47 víctimas mortales más que el año anterior„, según datos del Ministerio del Interior. Y pese a ser obligaciones que parecen asumidas, 16 motoristas muertos viajaban sin casco. En la red viaria gallega, los accidentes con motocicleta dejaron 14 víctimas mortales en 2019, dos menos que el ejercicio anterior. En una década, el balance alcanza los 138 fallecidos en la comunidad, según las estadísticas de la Jefatura Provincia de A Coruña, desde donde se coordinan los centros territoriales de Galicia.

Con el objetivo de reducir la siniestralidad en este colectivo, la DGT se propone inculcar el uso del airbag sobre dos ruedas. Los hay tipo chaleco, que resisten golpes durísimos y también integrados en la chaqueta, que cubren más toda la espalda. Los hay con tecnología de cableado y de sensores, que son los que llevan los pilotos profesionales porque miden la velocidad y la distancia del conductor con el asfalto.

Desde la Plataforma Motera para la Seguridad Vial conocen bien este tipo de protectores. Ya hace dos años firmaron un convenio con una marca para que se pudieran adquirir más baratos y el pasado mes de junio enviaron una carta al Consejo Superior de Seguridad Vial para pedir a Tráfico que subvencionase esas prendas, ya que su coste se sitúa entre los 450 y 600 euros. A día de hoy no recibieron respuesta alguna. "De la misma manera que, por ejemplo, el Ministerio de Medio Ambiente da ayudas para cambiar ventanas en aras a una mayor sostenibilidad, la DGT debería reservar una parte de lo que ingresa por multas en favor de la seguridad vial de los motoristas con una partida para subvencionar la compra de los airbags", defiende la vicepresidenta de la Plataforma Motera para la Seguridad Vial, María José Alonso. La financiación de estos chalecos permitiría además, según destaca Alonso, tener un listado de los usuarios con el sistema de seguridad al otorgar un airbag numerado, lo que impediría su reventa, así como permitiría hacer test para evaluar el alcance sobre su uso.

"La seguridad es lo primero; ya se están viendo airbags procedentes de China por un coste mucho menor, pero si tardan en inflar un par de segundos, ya será demasiado tarde tras haber impactado contra un árbol", cuestiona el colectivo.

Los moteros también reclaman "desde hace ya 14 años" la bajada del impuesto del IVA en sus prendas, ya que el desembolso medio de un equipo completo oscila entre los 850 y los 950 euros. Solo el casco, ronda los 300 euros. "Es invertir en seguridad, y eso repercutiría también en un menor número de lesionados, en consecuencia, un menor coste para la Sanidad", apunta María José Alonso, al tiempo que advierte de que hay establecimientos que tienen en venta prendas no homologadas, por lo que llama a la Administración a realizar las inspecciones oportunas para verificar que son productos con certificación.

Durante la presentación del balance de 2019, el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, atribuyó el aumento de la accidentalidad en el colectivo motorista al efecto de "la moto deportiva, de uso recreativo y ocio, los fines de semana por vías secundarias", a lo que hay que añadir que esos vehículos suelen estar conducidos por gente novel y son de gran cilindrada.

La Plataforma Motera para la Seguridad Vial maneja unas cifras de accidentalidad en el colectivo superiores a las facilitadas por Interior: 295 muertos en carreteras interurbanas y 94 más en vías urbanas. "Estamos casi al 50% de fallecidos sobre vehículos de cuatro ruedas que sobre dos. Es un dato muy negativo", advierte Alonso. La receta para reducir las negras estadísticas en el asfalto pasa por "educación en valores y formación técnica". "Si hubiera sentido común, sobraría señalización. Es tal el exceso de señales, que hace que se tenga que estar más atentos a eso que a lo que hay que prestar realmente atención", cuestiona la vicepresidenta del colectivo.