El Concello de Santiago ha comenzado a denegar la puesta en marcha de nuevos pisos turísticos en la ciudad tras la reciente aprobación de la moratoria de los procesos de autorización. En la junta de gobierno celebrada ayer se ha aprobado la suspensión de diferentes solicitudes de licencias de establecimientos turísticos, como una para un hotel en la calle Gómez Ulla.

Mientras, el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, y la concejala de Urbanismo, Mercedes Rosón, explicaron que se están rechazando decenas de comunicaciones previas „que no tienen que ir a junta de gobierno„ para pisos turísticos en función de esta normativa.

De momento, la capital gallega es la única ciudad de la comunidad en impulsar una regulación específica para atajar esta situación. El pleno del Ayuntamiento aprobó, con el apoyo del PSOE, BNG y Compostela Aberta, la suspensión cautelar de las autorizaciones.

Esta moratoria se extenderá durante un año con el fin de analizar la situación urbanística de la ciudad y proponer iniciativas reguladoras ante el fenómeno y las consecuencias del auge de los pisos turísticos. Con esta medida se va un paso más allá de la limitación impuesta a través de la modificación del Plan Especial del Casco Histórico, extendiendo la suspensión a toda la ciudad de Compostela.

La pasada semana Xunta y Ayuntamiento participaron en la primera reunión de un equipo de trabajo sobre viviendas de uso turístico, en la que acordaron la coordinación entre Policía Local y Autonómica para intensificar la identificación de propietarios, así como del control de inmuebles irregulares.

Desde que entró en vigor el decreto que regula el uso de pisos vacacionales en la comunidad, en mayo de 2017, casi 9.700 viviendas se han dado de alta en el registro de la Xunta. Supone una oferta de más de 50.000 camas. Mientras, las plazas en hoteles apenas llegan a las 56.000, según datos de la Consellería de Cultura e Turismo.