El tráfico de la AP-9 sigue aumentando, pero cada vez lo hace a menor ritmo. Durante 2019, un total de 24.405 conductores utilizaron de media al día la vía que vertebra Galicia de norte a sur. Fue un 1,5% más que el ejercicio anterior y la quinta subida consecutiva, según los últimos datos del Ministerio de Fomento. Sin embargo, el uso de la autopista se desinfla. El incremento del 1,5% es el segundo más bajo desde 2007. El menor fue el 0,4% de 2014. Precisamente, ese año rompió la racha negativa de seis descensos consecutivos.

La continua subida de los peajes está detrás de que cada vez la autopista gallega se utilice menos. El pasado año no fue un buen ejercicio para la AP-9. En los meses centrales del verano, el aumento de vehículos fue solo del 1,9% y 0,7%, respectivamente. Lejos del 5% o 6% de años anteriores. Esa desaceleración se volvió negativa en octubre y noviembre.

Por primera vez en los últimos seis años, la autopista encadenó en 2019 dos meses seguidos en los que perdió tráfico. Las caídas fueron mínimas (-0,27% en octubre y -0,19% en noviembre), pero marcaron una tendencia de menor uso de la vía que ya se había advertido durante todo el año. Para hacerse una idea de lo que supusieron estas caídas en octubre y noviembre, desde 2015, es decir, en los últimos cinco años, solo se habían producido tres descensos mensuales.

En la última década, los peajes de la AP-9 se han incrementado más de un 30%. Y en los dos últimos años, el alza ha sido importante. En enero de 2018, subieron un 1,9% al aplicar la actualización del IPC. Nueve meses después se incrementaron casi un 2%: un 1% para compensar a Audasa por las obras de la circunvalación de Santiago; el enlace de Sigüeiro; la ampliación en los accesos de Vigo y O Morrazo y el viaducto de Rande; y un 0,9% por las bonificaciones en los trayectos entre Vigo y Pontevedra. A principios de 2019 se produjo un aumento del 3,5%. Y el pasado 1 de enero, otro del 2,69%.

Este último incremento ha supuesto que completar el trayecto entre A Coruña y Vigo en un turismo cueste, solo la ida, 16,85 euros (0,45 más). Viajar entre A Coruña y Santiago supone 6,9 (+0,15) y entre A Coruña y Ferrol, 4,85 (+0,1). Recorrer la AP-9 completa, desde Ferrol hasta Tui, requiere un desembolso de 22,2 euros (+0,65).

En 2014, el tráfico de la autopista rompió seis ejercicios seguidos de pérdida de viajeros al aumentar un 0,4%. La recuperación se mantuvo en los tres años siguientes con subidas del 5,5%, 3,6% y 3,9%. En 2018, debido a la subida de las tarifas, el alza solo fue del 2,1%. Y en 2019, de1,5%.

Pero la AP-9 no solo ha ralentizado su crecimiento, también es la tercera autopista de titularidad estatal que menos aumentó su volumen de tráfico durante el pasado ejercicio. Solo tuvieron peores cifras Montmeló-Barcelona (+1,07%), León-Campomanes (+0,62%) y Segovia-San Rafael (-0,34%).

La red de todas las autopistas de peaje del país (27), que suma 2.440 kilómetros, cerró el ejercicio con una media de 20.554 usuarios diarios y un aumento del 4,6% en comparación al año precedente.

Las nueve autopistas de peaje rescatadas por el Estado registraron un incremento medio de trafico del 9,3% durante el pasado año, el primer ejercicio completo tras la decisión del Ministerio de Transporte de bajar un 30% el precio de su peaje y de que sean gratuitas durante la noche.

La otra autopista de titularidad estatal, la AP-52, incrementó su tráfico un 3% durante 2019, con lo que encadena siete subidas consecutivas.