El lehendakari Iñigo Urkullu ha elevado a consulta de todos sus consejeros, de forma oficial, la conveniencia o no de adelantar la fecha de las elecciones autonómicas en el País Vasco. Más que un gesto, la deliberación del Ejecutivo vasco es un requisito legal previsto en su Ley de Gobierno como paso previo para la convocatoria electoral, que ahora se presume inminente. La decisión mete aún más presión al entorno de un Núñez Feijóo que, desde que estrenó el año, insiste con cierta vehemencia en que los comicios gallegos "son cuando tocan" y tocar „al igual que ocurría hasta ahora con el País Vasco„ tocan en septiembre u octubre.

Hasta ayer, el presidente gallego y el vasco convergían en su compás de espera. Las intenciones manifiestas del president de la Generalitat, Quim Torra, de convocar a los catalanes a las urnas probablemente en mayo (tras la aprobación de los presupuestos por parte del Parlament) reafirmó a ambos en su voluntad de esperar a después del verano. No querían que el conflicto catalán contaminase las campañas autonómicas. Pero los movimientos emprendidos en las últimas horas por el jefe del Ejecutivo vasco dan al traste con esa tesitura. El lehendakari, Iñigo Urkullu, consultó ayer con los miembros de su Ejecutivo (de forma oficial y en el seno del Consejo de Gobierno) la conveniencia o no de adelantar la fecha de las elecciones autonómicas. El contenido de estas reflexiones no ha trascendido, dado el carácter secreto de las deliberaciones, pero la "oficialización" de las conversaciones que hasta ahora se mantenían en círculos informales, aventura un posible cambio en el calendario electoral.

El portavoz del Ejecutivo autonómico del País Vasco, Josu Erkoreka insistió ayer en mantener la incógnita, al afirmar tras el cónclave que será el presidente vasco quien decida si esta "reflexión" constituye el primer trámite legal para la convocatoria de las elecciones. Y es que la Ley de Gobierno de Euskadi establece en su artículo 50 que "el lehendakari podrá, bajo su exclusiva responsabilidad y previa deliberación del Gobierno, disolver el Parlamento". En referencia a este precepto legal, Erkoreka dejó la puerta abierta a que la reunión de ayer pueda valer como trámite previo al anuncio electoral o si, por el contrario, ese paso se dará en un próximo Consejo de Gobierno.

Gallegos y vascos ¿juntos?

En las tres últimas convocatorias autonómicas con las urnas „las dos últimas con Núñez Feijóo al frente de la Xunta„ los gallegos y los vascos eligieron a sus respectivos presidentes el mismo día.

En 2009, Emilio Pérez Touriño lideró el calendario y fijó el 1 de marzo la cita con las urnas. Juan José Ibarretxe copiaría tiempo después esta fecha para la convocatoria vasca.

En 2012, el entonces lehendakari, Patxi López, tomó la delantera al marcar el 21 de octubre para las elecciones a presidente de la comunidad. Seis días después, el popular Núñez Feijóo salió a la zaga y convocó elecciones porque era "la obligación de las autonomías de favorecer la estabilidad política", justificaba entonces.

Tras las convocatorias de 2009 y 2012, en 2016, sería Urkullu, el actual lehendakari, quien volvía a marcar en el calendario la cita con las urnas que quedó fijada para el 25 de septiembre. Aunque la pretensión inicial de Feijóo pasaba por convocar a los gallegos en octubre, una vez más siguió el camino marcado por el líder del PNV y adelantó un mes la convocatoria con argumentos favorables, una vez más, a conseguir la estabilidad para la ciudadanía que había votado generales dos veces en siete meses.