No llega a los tres mil vecinos pero el nombre de Viana do Bolo, en su condición de productor mundial de coltán, ya está ligado al de países como Australia, Brasil y sobre todo República Democrática del Congo. En la mina de estaño de Penouta se encuentra el primer y único yacimiento de Europa de extracción de este mineral metálico, conocido como oro negro de los teléfonos móviles, y un material muy preciado por la industria tecnológica e incluso la militar. Tras cinco años de investigación, un equipo liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha conseguido desarrollar un procedimiento para separar, manteniendo una elevada pureza, el niobio y el tántalo, dos de los metales que más valora la industria tecnológica por sus propiedades químicas.

Esta mina, que ya explotaron los romanos y fue propiedad de Rumasa hasta la expropiación de 1982, está ahora en el foco de la industria europea al irrumpir como alternativa para la obtención de este recurso lejos de las vías comerciales con países como el Congo, donde se estima que se concentra el 80% de la reserva mundial de coltán pero su explotación está vinculada a la explotación infantil y conflictos bélicos.

La empresa titular del yacimiento, Strategical Minerals, ya comercializa desde 2018 el coltán extraído de las escombreras en diferentes puntos de Europa y China, y estima que la vida útil de la mina puede superar los 40 años, lo cual genera expectativas de empleo y riqueza en el concello y la comarca.

El niobio y el tántalo están presentes en proporción variable en el coltán, pero su separación selectiva, al tratarse de elementos con mucha afinidad química, es complicada. El investigador del CSIC, Félix Antonio López, destaca la importancia del hallazgo ya que se trata de metales "críticos" para Europa porque su demanda para la fabricación de dispositivos electrónicos, sobre todo smartphones y videoconsolas, es cada vez mayor. "Para Europa, poder obtener estos minerales en zonas libres de conflictos es muy importante y este yacimiento es único en el continente". El tántalo se usa principalmente en la elaboración de condensadores, ya que es capaz, en su forma de óxido, de acumular carga eléctrica de manera muy eficaz y liberarla cuando es necesaria en circuitos integrados.

Los científicos han desarrollado una serie de procesos químicos con los que consiguen separar estos valiosos metales. Las primeras de sales de niobio y tántalo tienen "una calidad comercial de hasta un 97% y un 99%, respectivamente".

Se trata de los primeros compuestos de esas materias primas sintetizados en España y supone un avance importante para la empresa, que podrá optimizar la producción al poder comercializar por separado ambos recursos.