El quimiquero Blue Star, que embarrancó el pasado 22 de noviembre en la costa de Ares y que permaneció allí durante 18 días antes de ser desencallado, conocerá en breve su futuro. Navantia Ferrol y un astillero turco pujan por su reparación, un arreglo que la empresa pública española ha valorado en 5 millones de euros y la turca, en 4. Esta diferencia de un millón es la que puede provocar que la balanza se incline del lado turco. La armadora del buque aún no ha tomado una decisión y continúan las negociaciones entre ambas partes. El tiempo para realizar la reparación, según fuentes consultadas por este periódico, sería de unos tres meses.

Mientras tanto, el Blue Star se encuentra en uno de los diques de Navantia en donde le están "parcheando", según fuentes del astillero ferrolano, para que pueda conseguir los permisos necesarios para salir a navegar "en condiciones mínimas" en el caso de que al final la oferta turca sea la ganadora. El objetivo de los trabajos, sobre todo, es que no entre agua durante la travesía. De todas formas, el quimiquero necesitará ser remolcado en todo el trayecto porque no puede navegar por si solo. Se quedó sin máquina tras el incendio que sufrió. Entre los trabajos que también se están realizando en el barco es retirarle el timón.

Otras fuentes consultadas consideran "inviable" transportar el Blue Star hasta un país tan lejano como Turquía, ya que el coste económico, técnico y de peligrosidad sería muy elevado. Tendría que recorrer más de 5.000 kilómetros remolcado por uno o varios barcos hasta llegar a su destino.

El futuro del Blue Star también se ha dilatado en el tiempo porque la aseguradora y la armadora estuvieron estudiando si al final era más conveniente arreglarlo o llevarlo al desguace. Mientras se tomaba la decisión pasó el tiempo hasta que se tomó la decisión de repararlo. Fue entonces cuando se realizaron las ofertas.

Desde Navantia llegaron tres que fueron presentadas por tres empresas auxiliares diferentes de la ría ferrolana. Una de ellas asegura que si al final no recibe el encargo tendrá que despedir a unos 40 trabajadores. Todas las fuentes consultadas coinciden en que desde el punto de vista tecnológico no existe ningún problema para que los astilleros ferrolanos realicen la reparación.

Tras los 18 días embarrancado, el Blue Star presenta varias grietas en su casco, alguna de más de cinco metros, aunque no afectan a su flotabilidad. También tiene dañada la hélice y la sala de máquinas donde se produjo el fuego que provocó que encallase contra la costa de Ares el pasado 22 de noviembre.

El quimiquero lleva casi 50 días en el dique de Navantia a donde fue remolcado el pasado 20 de diciembre. Tampoco puede estar mucho más tiempo en él sin conocer cuál será su futuro. En el caso de que los astilleros ferrolanos pidan a la armadora que el barco abandone sus instalaciones iría a uno de los diques comerciales ferrolanos en donde también debe abonar una cantidad por cada día que esté. Esta es también una de las razones, según las fuentes, por la que la decisión de si la reparación se realiza en Ferrol o en Turquía se tomará "en breve".