Los selfies que se pusieron de moda hace dos años con posado y hasta baño de instagramers en las lagunas turquesa de las antiguas minas de wolfram y áridos en Monte Neme (entre Malpica y Carballo) a partir de ahora van a ser más difíciles de realizar. Habrá que sortear una valla metálica de 2,5 metros de altura, sujeta en postes anclados en hormigón. La Xunta acaba por fin de cerrar con valla cinegética un perímetro de 1,5 kilómetros, evitando así el paso a curiosos hacia unas zonas realmente peligrosas, con pozos ocultos y balsas de aguas tóxicas.

La Consellería de Industria, en ejecución subsidiaria, contrató a finales del año pasado a la empresa pública Tragsa para ejecutar estas medidas de seguridad que reclamaban colectivos como la Cámara Oficial Minera de Galiciao Salvemos Cabana, que habían alertado de los "riesgos para la seguridad y la salud" que presentaba esta zona donde hace muchos años se extrajo wolfram y más recientemente, arena y cuarzo por parte de la empresa Leitosa SAU, filial ya extinguida del grupo valenciano Sedesa, propiedad de la familia del que fue exvicepresidente de la Generalitat de Valencia Juan Cotino.

Industria gastó 147.168 euros en estas medidas mínimas de seguridad: desbroce de todo el entorno, el cierre de unas galerías y pozos de la antigua mina con bloque de hormigón y puerta de acero galvanizado, el vallado con malla metálica de todo el perímetro, la formación de una escollera de roca para reducir la erosión de las aguas a la salida de los tubos de alivio, el desmonte de algunas partes peligrosas y la colocación de ocho carteles, dos palos y un tablón de madera que pone Prohibido o paso. Zona perigosa, con el logotipo de la Xunta. Según el pliego de precios, cada cartel costó 629,60 euros (en total 5.036 euros).

Desde Industria apuntan que estos trabajos se ejecutan en ejecución subsidiaria, luego le pasarán la factura a la empresa concesionaria de la mina (ya disuelta) aunque no parece muy fácil porque ya llevan detrás de ella al menos cinco años, comunicándole varios requerimientos administrativos y judiciales, para que lleven a cabo los trabajos de regeneración del entorno, presupuestados en casi 800.000 euros. Por ahora solo hay un simple vallado, no hay regeneración de este monte mítico y mirador espectacular con una amplia vista al mar y a hasta a tres municipios.

Ya fue difícil también lograr que los propietarios de terrenos en este monte cobrasen las indemnizaciones por los daños que les causó la rotura de una de estas balsas de agua tóxica en 2014 (lo lograron en 2019).