La crisis en las principales empresas energéticas coruñesas (el anunciado cierre de la central térmica de As Pontes, el cese de actividad en la de Meirama y los problemas de Alcoa -ahora Alu Ibérica- en A Coruña y San Cibrao) están detrás de que el tráfico en los dos principales puertos gallegos disminuyese durante el pasado año. En la dársena de A Coruña, la caída fue del 12,9% y en la de Ferrol, del 18,4%.

No todo el descenso es achacable a que As Pontes o Meirama hayan rebajado las peticiones de carbón y que ahora, como es el caso de la primera, esté tirando de las reservas, pero no hay que olvidar que el 25% del tráfico de mercancías en el puerto de A Coruña lo genera el carbón necesario para la térmica de Meirama y la antigua Alcoa y que el 75% del de Ferrol es para As Pontes y San Cibrao.

Fin a dos años de récord

El puerto de A Coruña rompió en 2019 con dos años consecutivos por encima de los 15 millones de toneladas, los dos mejores ejercicios desde su inauguración. El año pasado, movió 13,6 frente a las 15,7 de 2018. La bajada se produjo en el sector de graneles sólidos, y se corresponde con los tráficos de carbón que generaba la térmica de Meirama y los de alúmina y bauxita correspondientes a Alu Ibérica. El desplome en este apartado fue del 28%. La parada técnica que realizó la refinería de Repsol provocó también un leve descenso en graneles líquidos (-3,9%).

El puerto exterior consolida su tráfico en los 2 millones de toneladas anuales y su aportación es fundamental para que A Coruña siga liderando el tráfico de cereales en el norte de España, con más de 2,3 millones de toneladas. Las instalaciones de punta Langosteira ya se han convertido en el principal centro logístico de graneles agroalimentarios del noroeste de la península

A pesar de la caída de tráfico debido a la reducción del consumo de carbón, que ha afectado también a otros puertos españoles vinculados a los graneles energéticos y a la industria electrointensiva, el puerto de A Coruña se mantiene como el primero de Galicia en tráfico de mercancías.

El segundo es el de Ferrol en donde la caída durante el año pasado fue mayor: de 13,7 a 11,1 millones de toneladas. Es la primera vez desde 2010 que se queda por debajo de los 12 millones.

Con estas cifras, los dos puertos coruñeses lideran la caída del tráfico de las 28 radas de interés general del Estado. Solo la de Almería, con un desplome del 20%, las supera. Las 28 autoridades portuarias movieron 564 millones de toneladas durante 2019, lo que supone un aumento del 0,19% respecto al mismo período de 2018. En este apartado también se ha notado la crisis de las empresas energéticas.

Pero no solo las dársenas de A Coruña y Ferrol cerraron en negativo el pasado ejercicio. Uno de los otros tres puertos gallegos de titularidad estatal también lo hizo.

El de Marín-Pontevedra cayó un 2,7%, mientras que el de Vigo, el tercero en importancia, se recuperó en los últimos meses y al final cerró con una leve subida del 0,5%. El que más creció fue el de Vilagarcía, un 9%, pero el volumen que mueve solo representa el 4% del total.