Combatir el mayor riesgo para el tráfico: el uso del móvil al volante. Es el principal objetivo que se ha marcado para este año la DGT ante el aumento de los accidentes mortales causados por una distracción. En el caso de Galicia, detrás de casi el 40% de los siniestros de tráfico con víctimas hay una llamada de teléfono, el envío de un whatsApp, la sintonización de la radio, la manipulación del GPS o el encendido de un cigarrillo. Para tratar de frenar la sangría de fallecidos por despistes en carretera, Tráfico endurecerá este año el catálogo de sanciones con un aumento de los puntos retirados por estos comportamientos (seis créditos menos por el uso del teléfono mientras se conduce frente a los tres actuales). A esta reforma que quedó pendiente de la pasada legislatura, se sumarán más medios de control. Hasta 15 furgonetas camufladas ha adquirido el departamento que dirige Pere Navarro para vigilar las carreteras de todo el país. Una de ellas controlará las distracciones, el no uso del cinturón de seguridad o adelantamientos indebidos, entre otras infracciones, partir del próximo mes de marzo en la red viaria gallega.

De color blanco y sin distintivos que la identifiquen, seguirá los pasos diarios de cientos de conductores para descubrir imprudencias que a pie de carretera resultan difíciles de detectar. La altura de la cabina permitirá a los dos agentes que viajen en la furgoneta ver si el conductor está con el móvil, atiende mensajes de texto, manipula la radio o el GPS, lee algún documento al volante o no lleva puesto el cinturón de seguridad. "Es una herramienta que por su posición de altura permite una mayor visibilidad y así se detectarán comportamientos que pueden resultar nefastos para la seguridad vial", advierte el jefe del Sector de Tráfico en Galicia, el teniente coronel Francisco Javier Molano.

Galicia fue pionera en el uso de vehículos camuflados para perseguir las infracciones al volante. En 2018, la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico comenzó a recorrer las carreteras de la comunidad con una furgoneta. Lo que empezó como un ensayo acabó convirtiéndose en una práctica diaria hasta el año pasado, cuando la DGT acordó que el vehículo fuese rotando por toda la geografía española. Lo mismo ocurre con el camión que empezó a operar en 2019 para controlar las distracciones, el uso del cinturón o los adelantamientos indebidos. Galicia y Castilla y León,fueron las comunidades donde más kilómetros recorrió el vehículo pesado de Tráfico.

Ante la efectividad de la furgoneta y del camión camuflados, el departamento que dirige Pere Navarro tomó nota de los resultados logrados en la red viaria gallega y se marcó como objetivo para esta primavera extender al resto de la geografía española una práctica en la que Galicia fue pionera. Para ello, ha decidido adquirir 15 nuevas furgonetas. La comunidad gallega contará con una a partir del próximo mes, según el calendario que maneja el Sector de Tráfico, y además recuperará la que ya tuvo en 2018 y 2019 y que hasta ahora se desplazó por los puntos más conflictivos del país.

El objetivo del Sector de Tráfico en Galicia cuando comenzó a trabajar en fase de pruebas con la furgoneta camuflada era claro: aprovechar que el puesto de conducción está más elevado, lo que aumenta la visibilidad, para así llegar a más comportamientos imprudentes al volante. Y es que desde la altura que presenta este vehículo, es más fácil detectar a un conductor que apoya el teléfono en el asiento del ocupante y lo maneja desde allí convencido de que así una patrulla en carretera no lo va a ver.

Durante el periodo que estuvo operativo el furgón en las carreteras gallegas, la infracciones más habituales detectadas fueron las distracciones, en especial el uso del móvil, y también la lectura de documentos al volante. En uno de los dispositivos de vigilancia, los agentes interceptaron a un joven a 120 km/h que circulaba por la AP-9 dando bandazos. Al ponerse la furgoneta a su altura, observaron al conductor leyendo un papel que llevaba entre sus piernas. Al darle el alto, les mostró a los agentes el escrito que no llegaron a leer. Era la carta de su novia que lo había dejado.

Salvo el uso el móvil y la manipulación del GPS al volante, que acarrea la retirada de tres puntos y una multa de 300 euros, el resto de distracciones en carretera „como es leer un documento mientras se conduce„ son consideradas infracciones leves, quedando relegada la sanción a tan solo 80 euros de multa.