Pisos en pleno centro de la ciudad, lotes de garajes y trasteros, casas en el rural, naves en polígonos industriales, solares, fincas rústicas e incluso una urbanización a medio construir. Son algunas de las propiedades que se subastarán en Galicia en las próximas semanas. Los precios dependen del tipo de bien: desde apenas 3.000 euros por una finca en Porto do Son (A Coruña) hasta más de 6,5 millones por una promoción de más de 12.000 metros cuadrado con 20 viviendas adosadas y aisladas en construcción en Mondariz-Balneario (Pontevedra). En total, los juzgados gallegos tienen programadas subastas hasta el próximo día 5 de marzo que incluyen 92 bienes por un importe que supera los 20,4 millones de euros.

Las provincias de Pontevedra y A Coruña, por este orden, concentran el grueso de las pujas activas para las próximas dos semanas. En los juzgados pontevedreses se sacarán a subasta 46 propiedades, la mitad de toda Galicia, por un valor que supera los 11,5 millones. Y en A Coruña, son 28 los bienes en busca de un postor por un valor de subasta que roza los 5 millones de euros. Ourense presenta la oferta menor de la comunidad, con 4 propiedades que se sacarán a subasta por apenas 523.000 euros. Y en Lugo, son 14 las viviendas, garajes, locales comerciales y fincas que se subastarán en las próximas semanas con un importe total de casi 3,5 millones.

A golpe de clic desde el ordenador de casa o del trabajo, los interesados pueden acceder a través del portal de Subastas del Boletín Oficial del Estado a la lista de inmuebles embargados y pujar. El único requisito que se exige para poder participar en una puja es hacer un depósito en torno al 5% del precio de la propiedad sacada a subasta. Una vez que el licitador resulta adjudicatario de un determinado bien, este quedará obligado a firmar el acta y pagar el resto del precio de la adjudicación en los 40 siguientes días. Pero si no se paga en ese plazo, se perderá el depósito y quedará automáticamente anulada la adjudicación, dando opción al siguiente mejor postor. En el caso de no lograr la subasta, la Administración devolverá al día siguiente el depósito realizado.

Desde ayer y hasta el próximo miércoles 5 de febrero, los juzgados gallegos ya tienen fijadas un total de 61 subastas, que incluye 92 bienes por un valor que supera los 20,4 millones. De toda Galicia, destacan entre las propiedades de menor valor varias fincas rústicas „una por 2.700 euros en Porto do Son y otra de 5.300 en Barreiros„hasta garajes por poco más de 9.600 euros en Boiro o por 13.000 euros en Ourense e incluso una vivienda de 22.540 euros en Monforte „solo se subasta el 50%„, También hay en la lista de bienes por debajo de los 50.000 euros una finca urbana en Santa Comba (poco más de 18.000 euros), varias fincas rústicas en Barreiros (entre 20.700 y 33.300 euros), un garaje en Vigo (poco más de 26.200 euros).

Pero también hay propiedades embargadas en la comunidad que superan los siete dígitos. En A Coruña, una nave en el polígono industrial de Narón (1,62 millones). Pontevedra presenta la subasta de mayor importe de toda Galicia. Ahora bien, es una urbanización que incluye 20 viviendas en construcción: 6,56 millones de euros. Pero en la provincia también hay otra propiedad con tantos ceros: 1,055 millones una nave industrial en Valladares (Vigo). En Lugo la propiedad subastada de mayor importe es una casa con hórreo y pajar por 254.400 euros. Y en Ourense, una nave industrial en Coles por casi 427.000 euros.

Pisos en el centro de las ciudades y garajes son las propiedades que más se repiten en la lista de subastas del BOE en Galicia. Le siguen los locales comerciales y naves industriales y finalmente las fincas rústicas y los garajes. También figuran algunos solares y casas en zonas del rural.

En los últimos años, las viviendas se han convertido en las ofertas que despiertan mayor interés entre los postores y que puede adquirirlas desde un 20% y hasta un 40% por debajo del precio del mercado. Debido al encarecimiento del sector inmobiliario y las rebajas que suponen los procedimientos judiciales, durante los últimos años ha crecido el interés de particulares y pequeños inversores en las subastas de pisos. La reforma en el sistema de pujas en 2015, al pasar del modelo presencial a la puja electrónica, supuso un revulsivo ya que a golpe de un solo clic desde el ordenador uno puede convertirse en el mejor postor y hacerse con el inmueble subastado.