Falta de relevo generacional, envejecimiento de la población, éxodo a las ciudades, recortes en las ayudas... Un auténtico cóctel molotov para el rural gallego que ha colocado al sector agroganadero al límite por la crisis de precios que arrastran desde hace años. Y es que, aunque los productos que salen de sus explotaciones están a costes de 2020, el precio que perciben por sus cosechas y por la leche es el que percibían hace más de dos décadas. En huerta y fruta se presentan los márgenes más abusivos, con una brecha entre lo que cobra el productor y lo que paga el consumir de más del 500%. "No puede ser que el intermediario se quede con el 700% y los agricultores no cubran costes", denuncia Roberto García, secretario general de Unións Agrarias.

Con este panorama, las cuentas apenas salen a agricultores y ganaderos y son cada vez más los que se ven abocados a echar el cierre tras toda una vida dedicados al campo y también los jóvenes que desisten de continuar al frente de la explotación de sus padres por la incertidumbre a corto-medio plazo. Para tratar de garantizar el futuro de miles de familias que viven del agro, el sector ha convocado para hoy a las 12.00 horas una protesta ante la Delegación del Gobierno, en A Coruña, con un decálogo de reivindicaciones, tal y como demandan desde UUAA, sindicato promotor de la movilización en la comunidad gallega.

Ante la inminente renovación de los contratos lácteos, con Galicia a la cola de los precios de toda España y de Europa pese a concentrar el 40% de la producción del país, el sector reclamará la intervención de la Xunta para garantizar que un ganadero gallego cobre lo mismo que los productores de comunidades vecinas como Asturias y que condicione las ayudas a una "voluntad real" de negociación por parte de la industria. Al delegado del Gobierno, Javier Losada, tratarán de trasladarle hoy las demandas del sector, entre ellas la creación de una mesa ganadera en Madrid, un observatorio específico de precios en Galicia para sus producciones específicas y la aprobación inmediata de un real decreto para garantizar que los precios cubran los costes de producción en los contratos lácteos que se negociarán el próximo mes de marzo, tal y como avanzó ayer Roberto García.

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300 ganaderos y agricultores toman A Coruña para exigir contratos que cubran costes

Precios. Falta de rentabilidad. Esta es la consecuencia de los bajos precios que perciben a día de hoy los agricultores y ganaderos gallegos. UUAA atribuye la falta de "precios justos" al desequilibrio de la cadena alimentaria, que hace que las grandes distribuidoras y las industrias sean "pocas y poderosas" y los agricultores "muchos y débiles".

Costes. Es el gran problema del sector: el incremento de los costes sin que puedan trasladar esa subida al precio de los productos. Desde hace años venden por debajo de lo que les cuesta producir sus cosechas o cada litro de leche que sale de sus granjas. "Esto hunde sus posibilidades de futuro y abocan al cierre de muchas explotaciones", denuncian.

Ayudas. Agricultores y ganaderos advierten de los recortes de las ayudas, tanto europeas como del Gobierno central y de la Xunta. "La situación actual es de tal fragilidad, que se hace obligatorio destinar más fondos para apoyar a un sector estratégico y clave para el futuro de la sociedad", demanda Unións Agrarias.

Barreras comerciales. El veto ruso, el Brexit o los aranceles de Trump al vino, a las aceitunas o al aceite no hacen más que agravar la crisis de precios que vive el sector. En consecuencia, la balanza comercial se resiente y la economía de los agricultores y ganaderos, todavía más.

Sector clave. Agricultores y ganaderos se sitúan como actores clave en el futuro de la sociedad, pero advierten de que no son valorados como tal. Sin los trabajadores del campo, UUAA dibuja un panorama negro para la Galicia rural con un aumento de la despoblación por la estampida de los jóvenes a las ciudades.

Reto climático. El sector aprovechará las protestas que se iniciaron este mes por prácticamente toda la geografía española para defender su papel en relación al reto climático. "Sin la agricultura y la ganadería tendríamos una naturaleza más asilvestrada y descontrolada y, en consecuencia, un mayor riesgo de incendios forestales y desertificación", alertan.

Control de la fauna salvaje. "La convivencia entre la agricultura, la ganadería y la fauna salvaje debe ser controlada y regulada para que sea viable", demandan desde UUAA. La mejor forma de proteger a las especies salvajes, según apuntan, es regular sus poblaciones y permitir una convivencia real y armónica entre estas y los humanos. "La administración „reclaman„ deben ser consciente del problema y tomar partido".

Productos de proximidad y etiquetado en origen. El sector reclama un cambio legislativo para permitir la venta directa de sus productos. En materia de etiquetado, urge a imponer la obligatoriedad de reconocer el de todos los alimentos en su etiquetado.

Freno a la especulación. Desde hace años, agricultores y ganaderos denuncian prácticas comerciales "abusivas y desleales". Por ello reclaman que los intermediarios sean conscientes de su papel en la cadena agroalimentaria y demandan un cambio en la Ley de Cadena Alimentaria: "debe hacerse más exigente para frenar los abusos".

Despoblación y problemas ambientales y territoriales. La preocupación de la sociedad sobre la creciente sangría demográfica y la despoblación aumenta día tras día. "El debate sobre la España vaciada ha saltado a la primera línea; por ello agricultores y ganaderos deben cobrar un mayor protagonismo, porque sin ellos no habrá futuro para el rural", concluyen desde Unións Agrarias.