"¿A qué nos vamos a dedicar hasta 2022?". Es la pregunta que se hacen los trabajadores de los astilleros de la comarca de Ferrolterra ante la falta de nuevos contratos que garanticen carga de trabajo para la plantilla y las auxiliares. En demanda de nuevos encargos que alejen al naval de los lunes al sol a los que se ven abocados, los trabajadores de Navantia en Ferrol y Fene promovieron ayer la primera protesta de un nuevo ciclo de movilizaciones en las que reclaman al Gobierno que ordene ya la construcción de un buque para la Armada Española y gestione más proyectos. De no lograr nuevos contratos, advierten de que antes del verano unos 1.200 operarios de empresas auxiliares serán despedidos.

Uno de los encargos que estaba previsto finalmente se cayó. La reparación del quimiquero Blue Star, encallado en la ría de Ares el pasado mes de noviembre, finalmente no se acometerá ya que el armador, un magnate turco, decidió trasladarlo a su país para convertirlo en chatarra debido al alto coste del arreglo. Por el proyecto pujaban Navantia, con una oferta de cinco millones de euros, y una empresa turca, por 4 millones.

Sin carga de trabajo a corto plazo, los trabajadores del naval reclaman al Gobierno que tome medidas. "Es necesario que el ámbito político nos diga a lo que nos vamos a dedicar hasta el año 2022, ya que a día de hoy no conocemos nada en lo que hayan movido ficha", denunció ayer Miguel Pol (CCOO), secretario del comité de empresa de Navantia Ferrol, antes de iniciar una movilización por toda la ciudad que finalizó con una concentración ante el Ayuntamiento.

"No sabemos lo que va a pasar con Turbinas, con Carenas, en donde hay una bajada sustancial en las reparaciones en los gaseros y tampoco conocemos cómo se van a transformar nuestras instalaciones", cuestiona Pol.

Para los trabajadores, la construcción de un buque de tipo AOR para la Armada "es una solución" y el área de Turbina "puede ser el colchón que tenga la industria auxiliar". Más allá de la reparación de tres barcos, el sector desconoce a qué se va a dedicar este departamento ante la bajada en el mercado de arreglo de gaseros.

Recordó además que en torno al verano los dos barcos en construcción para la Armada de Australia se tienen que marchar del astillero. "No sabemos fecha concreta", apuntan desde el comité de empresa, aunque advierten de que el recinto quedará en verano prácticamente en "subactividad". Las consecuencias para las secciones de nueva construcción, sacando los muelles donde se monta final de los barcos, serán nefastas: 1.200 despidos en el tejido auxiliar en los próximos meses.