Augas de Galicia emitió una autorización provisional para la instalación de una depuradora con el fin de mejorar la calidad de aguas depositadas en el espacio de la antigua mina de San Finx, en el municipio coruñés de Lousame, y que "se vierten en la actualidad".

La Consellería de Infraestruturas explica que es una experiencia piloto y remarca que "no se trata de una autorización de vertido ni se asocia a ningún vertido nuevo, sino que se trata de mejorar el que se produce en la actualidad".

En cambio, la plataforma Contraminacción denunció que la Xunta da luz verde a una "autorización encubierta" para "vertidos" bajo "el eufemismo de medidas cautelares". En un comunicado, Contraminacción sostiene que esta medida "implica, además, amparar la ocupación del cauce natural del río con dos nuevas balsas de residuos mineros construidas ilegalmente en 2011".

La plataforma censura que la autorización "no solo es ilegal al darse en el marco de un procedimiento cuyo plazo de resolución finalizó hace tres años y que, por tanto, está caducado", sino que muestra la "connivencia" de la Xunta con la minera. El Gobierno gallego asegura que se trata de una autorización durante dos meses para tratar "una pequeña parte del caudal" saliente de la mina.