Conductores de riesgo, peatones y motoristas. Son los tres perfiles que más preocupan al Sector de Tráfico en Galicia y sobre los que actuará este año con planes de control y vigilancia especiales para tratar de reducir la accidentalidad y evitar que los delincuentes viarios sigan al volante. "Sabemos quiénes son y por dónde se mueven", avisa el jefe del Sector de Tráfico en Galicia, el teniente coronel Francisco Javier Molano.

Galicia cerró 2019 con 90 muertos en carretera, la segunda cifra más baja de la historia. Pese a caer el número de fallecidos, las infracciones y los delitos al volante han aumentado.

Este incremento responde a una mayor actividad de vigilancia y control en las carreteras gallegas. Al hacer una mayor observación en la red viaria suele haber una mejora de la seguridad vial, como así lo refleja el balance de accidentalidad del año pasado. Con el balance de 2019 podemos decir que tenemos una mejor salud en nuestras carreteras.

¿Qué medidas prevén poner en marcha este año para mantener esa tendencia a la baja?

Lo que se está haciendo desde el Sector de Tráfico de acuerdo con las Jefaturas funciona, como se puede ver en los resultados: por el momento no han aumentado los accidentes mortales y graves. Cuánto más nos hagamos notar, mejor. La visibilidad en carretera es fundamental, por tanto, seguiremos con la estrategia de vigilancia y controles selectivos. Y sobre todo una cuestión novedosa: una mayor coordinación y cooperación operativa e informativa con las policías locales.

Aunque en conjunto la accidentalidad cae, el volumen de peatones, ciclistas y motoristas fallecidos suponen el 40% de los muertos en la red viaria gallega.

Cuesta reducir la accidentalidad entre peatones y motocicletas. En la accidentalidad global se registra una tendencia a la baja en España, menos en este grupo. En concreto en las motocicletas, donde incluso se aprecia una subida absoluta y relativa. En el caso de los peatones, en Galicia no somos capaces de reducir los atropellos. Habiendo mejorado en seguridad vial con una reducción de los siniestros mortales, en los peatones tenemos la accidentalidad de hace diez años. Hay que trabajar en dos líneas para frenar los atropellos: educación vial, en coordinación con las distintas administraciones de acuerdo con las estrategias de la DGT, y también concienciación del entorno familiar; y, por otro lado, un mayor control en carretera.

¿Y para frenar la accidentalidad con motocicletas?

Se hará un control más selectivo para así lograr una mayor influencia en el comportamiento, sobre todo para atajar las velocidades excesivas y las conducciones temerarias. La vigilancia se hará tanto de día como de noche, durante la semana y el fin de semana con controles específicos en zonas de ocio y disfrute y localidades de circuitos.

Ya llevan años con planes de seguimientos a los conductores de riesgo, ¿qué medidas especiales tomarán este año?

Son los infractores que más nos preocupan. No responden a un perfil concreto. Pero lo común a todos es que se trata de un conductor con comportamientos inadecuados que bien por necesidad, ocio o rebeldía se substraen de las normas y actúan con la sensación de total impunidad. Unos son adictos a las drogas o al alcohol, otros tienen el vehículo como parte de su vida delictiva. Son conductores de riesgo que van al límite en velocidad, pero que normalmente va asociado a un consumo. Estamos incrementando la detección de este tipo de usuarios de riesgo. No solo hay conductores, sino también peatones. Sabemos quiénes son y por dónde se mueven gracias, en parte, a la colaboración con distintos colectivos, como transportistas, taxistas, policías locales, usuarios de carretera y vecinos a título particular que nos facilitan información.

Para los conductores de riesgo, ¿se aplica cuando debería el decomiso o se es muy laxo en la retirada del vehículo?

Todos tenemos que impedir que estas personas de especial riesgo sigan delinquiendo. Las herramientas que tenemos a nuestro alcance debemos utilizarlas. El decomiso se aplica desde hace años, cada vez más. Debemos ampliar la retirada del vehículo y también hacer un seguimiento para que estos conductores de riesgo ingresen en prisión cuando no somos capaces de cambiar su comportamiento. Si observamos que de manera reiterada conducen tras haber consumido alcohol y/o drogas o a velocidades excesivas, no quedará otra que la cárcel. Es preferible esto a q estos delincuentes viales acaben con la vida de un tercero inocente.

Las víctimas de tráfico denuncian que con los delitos contra la seguridad vial los jueces son permisivos y no aplican el Código Penal con rigor.

Los jueces aplican la norma y tienen en cuenta diferentes informaciones y criterios para dictar sentencia. Hay que ser respetuosos con la decisión de los jueces. Lo que nos puede parecer fuera de lo normal, finalmente tendrá su base jurídica para llegar a ese dictamen. Los jueces al igual que los fiscales son grandes profesionales ya que juegan un papel decisivo en la seguridad vial.

Desde que la DGT rebajó a 90 km/h el límite en las carreteras convencionales y el Sector utiliza los Velolaser, ¿han apreciado una reducción en la velocidad?

Se percibe una reducción de la velocidad a la que se circula en las carreteras gallegas. El Velolaser es una herramienta que ha cambiado mucho el comportamiento al volante, ya que hace estar más pendiente de la limitación en cada vía. En el tema de la velocidad, nos preocupan los desplazamientos in itinere (en los trayectos de casa al trabajo) por la mañana, ya que los conductores van ajustados con la rutina de los horarios. Prestaremos especial vigilancia en lugares donde se concentran este tipo de movimiento, con atención a la velocidad, el consumo de alcohol y/o drogas y los comportamientos temerarios.