"No sabía qué me pasaba. Me sudaban las manos, tenía rígidos los brazos y me mareaba. Tuve que parar el coche". Así describe una conductora el primer ataque de fobia al volante que sufrió. Los estudios apuntan a que entre el 20 y el 30% de los conductores tiene miedo en carretera. Muchas veces tras la frase "Mejor conduce tú, no me gusta nada", se oculta la amaxofobia, que es el pánico a conducir.

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