La jueza Pilar de Lara, titular hasta el pasado 30 de enero del juzgado de Instrucción número 1 de Lugo, aseguró ayer que recibió "presiones" y defendió que en los últimos tiempos realizó un "esfuerzo grande" por agilizar sus macrocausas ante el riesgo de que le "diesen la patada".

En una entrevista en Onda Cero reconoció que el proceso de su sanción por dilaciones indebidas fue "largo en el tiempo" y "duro". Llamó la atención sobre que el día que recibió la sanción "llevaba casi terminado un auto importante de la Pokemon", el trámite de proceso penal abreviado, que, ahora, "tendrá que analizar otro juez" y se dilatará "muchos meses".