Ourense fue el escenario del PP para inaugurar la precampaña a las elecciones autonómicas y recordar la primera mayoría absoluta en 2009 en Galicia con Núñez Feijóo como candidato a la Xunta. El actual presidente y aspirante a revalidar el cargo estuvo acompañado por el líder nacional del partido, Pablo Casado, y por el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy. Rodeado de la plana mayor del PP gallego en un acto multitudinario, Feijóo confesó que rechazó ser ministro del Gobierno de Rajoy y vicepresidente del partido con Pablo Casado "porque quería ser presidente de Galicia".

A ambos agradeció sus ofrecimientos para dar el salto a la política estatal y también explicó por qué en 2018 declinó presentarse a las primarias para liderar el PP nacional, algo que "algunos no han entendido": "¿Por qué? Porque quería ser presidente de Galicia". Tras más de una década al frente del Gobierno autonómico, Feijóo se reafirmó como "afiliado" del Partido Popular, de aquel "que por primera vez ganó las elecciones" en Galicia y de aquel que "fundó el líder de los conservadores españoles y que ganó siempre que se presentó", Manuel Fraga

No obstante, también señaló que es del PP "que presidió durante 14 años" Mariano Rajoy y que ahora dirige Casado, a quien precisamente lanzó un guiño: "Querido Pablo, te necesitamos en esta campaña". Sobre el reto de conseguir su cuarta mayoría absoluta, lo que le dejaría como el barón popular más fuerte electoralmente, Feijóo advirtió de que "es muy difícil". "Pero vamos a por ella, lo vamos a intentar", animó, ya que para él Galicia es "toda" su vida, su "misión" y su "compromiso".

Feijóo volvió a agitar el recuerdo del bipartito en la Xunta para poner el foco en el "error multiplicado por siete" que supondría ahora "un multipartito" de izquierdas "con un liderazgo desconocido". "Yo quiero ser presidente de una Galicia más unida, una Galicia más unida entre sí y la más unida de España. No caigamos en la división de bloques y enfrentamientos que está viviendo España", reclamó. Después de volver a reivindicar su autonomía como presidente de la Xunta y la "estabilidad" aportada a la comunidad durante 11 años, avisó como ya hizo otras veces: "Lo que no haré es pedirle permiso a otro partido político para cumplir con los compromisos políticos a cambio de sacrificar nuestros principios. Eso ya lo hace Pedro Sánchez".

Casado y Rajoy, por su parte, defendieron el proyecto para Galicia de Feijóo, un "pilar fundamental" para su tierra y para el partido.

"Vengo a comprometerme con Galicia, vengo todos los meses y tenemos un programa para servir a los gallegos", le respondió el presidente nacional del PP a Feijóo tras criticar la "irresponsabilidad" del Gobierno de Sánchez en temas que afectan especialmente a Galicia como el estatuto de las empresas electrointensivas. "Galicia no quiere ser más que nadie pero no va a aceptar ser menos que los demás", señaló Casado.

Mariano Rajoy reivindicó los gobiernos del centroderecha en solitario, porque es "un modelo absolutamente viable" y que "ha funcionado" en Galicia. "Porque no es bueno, ni aquí ni en ningún lugar, por alejado que esté, que los extremistas, sean quienes sean, estén en los gobiernos o condicionándolos", añadió.