Los años 20 del nuevo milenio no se parecen a los 90, pero el BNG desea recuperar los viejos tiempos, los tiempos en que eran la fuerza aglutinadora de la resistencia al PP de Manuel Fraga, las siglas que atraían a los jóvenes progresistas, la marca que sorpassó al PSdeG en unas elecciones autonómicas. El 5 de abril los gallegos vuelven a las urnas y el Bloque confían en dar un salto en las urnas. Para ello, se define como "garantía de cambio" respecto a las políticas del popular Alberto Núñez Feijóo sin depender "ni de Génova, ni de Ferraz ni de la Complutense" y como aval de feminismo.

La líder nacionalista, Ana Pontón, presidió ayer un acto con los cabezas de lista de Pontevedra (Luís Bará), Lugo (Olalla Rodil) y Ourense (Noa Presas), así como con Xosé Luis Mini Rivas, número dos por la provincia de A Coruña, provincia en la que ella encabezará la papeleta de su organización.

Única candidata a la Presidencia de la Xunta de las fuerzas con representación parlamentaria y diputada desde 2004, Pontón pidió confianza en su formación a la "mayoría que quiere cambio". "Podemos dar un salto histórico no para el nacionalismo, sino para Galicia, con un gobierno que apueste con claridad por el potencial de los gallegos, con gran capacidad de adaptación, ofreciendo algo diferente, que apueste por una mujer a la Presidencia de la Xunta", expuso en Santiago. Está dispuesta a "partirse la cara para un proyecto inclusivo, abierto, de defensa de la identidad y orgulloso de todos los gallegos". "No les vamos a fallar, vamos a estar a la altura, a poner en marcha un cambio que rompa con tantos gobiernos de sumisión que no estuvieron a la altura de los gallegos", añadió la dirigente nacionalista.

De nuevo, Pontón incidió en diferenciar al BNG de las formaciones estatales, lo que en su opinión supone un condicionante a la hora de defender los intereses de Galicia, si bien la alternativa al PP pasa por una alianza de izquierdas. El Bloque, dijo, no depende "ni de Génova, ni de Ferraz, ni de la Complutense", en alusión a PP, PSOE y En Común, la coalición de Podemos, Esquerda Unida, Anova, Marea Atlántica y Compostela Aberta. "Nos sentimos fuertes no porque lo digan las encuestas sino porque en las calles hay una gran corriente de simpatía. No hay día que no me pare la gente y que digan que los vamos a lograr", expuso sobre los sondeos que vaticinan un aumento de escaños respecto a los seis diputados logrados en 2016, que situaron al BNG como cuarta fuerza parlamentaria.

Por su parte, Noa Presas reiteró que la candidatura de Pontón a presidir la Xunta es una "garantía" de que se apliquen políticas feministas desde San Caetano, respondiendo a la "inquietud de esa mayoría social que reconoce que es hora de la igualdad, del feminismo y de las mujeres".

Luís Bará también señaló el aval a las políticas del BNG de los municipios que gobiernan. En los consistorios que dirigen, aseguró, pusieron en marcha una "agenda moderna e innovadora".

Olla Rodil, candidata por Lugo, señaló a la juventud como prioridad para su formación. "Salimos decididos a abrir un tiempo nuevo y a dar esa oportunidad [a los jóvenes]", declaró.

Finalmente, Rivas reprochó a la Xunta de Feijóo no haber atendido al rural y aseguró que Galicia "tiene derecho a recuperar su vocación ganadera, rural y sostenida para las futuras generaciones, dando pan a las de hoy".