El pasado mes de diciembre, con año y medio de retraso, la Xunta adjudicó las ayudas para el alquiler dentro del Plan Estatal de Vivienda 2018-2021. Se presentaron 12.000 solicitudes, pero solo se concedieron poco más de 2.000. Dos son las causas, sobre todo, de que el número de ayudas fuese tan bajo. Por una parte, la partida que se reservó era de 3,7 millones, escasa para atender a una demanda tan elevada. Y por otra, los requisitos que se han establecido para otorgar las subvenciones. Uno de ellos es el salario que perciben los demandantes de estas ayudas. Según las bases de la convocatoria de 2018 que se adjudicaron el pasado diciembre, los solicitantes deben ganar entre 0,7 y 2,5 veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem). Es decir, entre 376 y 1.344 euros al mes (o entre 4.512 y 16.128 euros anuales.

Sin embargo, el artículo 11 de las bases advierte de que "para la determinación de los ingresos de la unidad de convivencia será tenido en cuenta el importe de la base imponible general y del ahorro". ¿Qué significa esto? Que los que tengan unos ingresos brutos inferiores a 11.500 euros al año. Es, decir, que perciban al mes menos de 958 euros no pueden acceder a estas subvenciones. Por arriba, también quedan fuera los que ganen más de 18.180 euros anuales (1.515 euros al mes).

Pero ¿cómo se calcula la base imponible general y del ahorro? A los ingresos brutos totales, en este caso, 11.500 euros hay que restarles 730 euros de gastos de la Seguridad Social. Además, para el cálculo de los rendimientos netos del trabajo se aplican dos reducciones: la general de 2.000 euros y la reducción por rendimiento del trabajo (3.700 euros en el caso de rentas inferiores a los 11.500). Si a los ingresos brutos (11.500 euros) se les resta los gastos de Seguridad Social y las dos reducciones, la base imponible general queda en 5.070 euros. Una cifra inferior al 0,7 del Iprem que es 4.571 euros. Por lo tanto, los gallegos que cobren menos de 11.500 euros no pueden acceder a estas subvenciones.

En la convocatoria de este año, la Xunta ha endurecido los requisitos por arriba. Por abajo sigue el tope de los solicitantes de que no ganen menos de 0,7 veces el Iprem, pero por arriba ha pasado de ser 2,5 veces este indicador a 2. Es decir, antes el tope estaba en 1.344 euros al mes y ahora se ha reducido a 1.075.

Ante estas cifras, los socialistas instan a la Xunta a que revise los requisitos para ampliar los beneficiarios. El Ayuntamiento de Oleiros acaba de aprobar una moción presentada por el portavoz del PSdeG, Jorge Pérez, "en apoyo del acceso a la vivienda de las personas más desfavorecidas".

Peticiones a la Xunta

En primer lugar, instan a la Xunta a que modifique las bases de la convocatoria de las ayudas y que elimine las restricciones de ingresos mínimos para los solicitantes. Es decir, que no sea necesario percibir más del 0,7 del Iprem para acceder a las ayudas. También solicitan que se elimine la exigencia de la declaración firmada por el arrendador de que no existen cuotas de alquiler pendientes de pago. Y, por último, que revoque la forma de pago de las ayudas.

A partir de junio de 2020, los perceptores de las subvenciones deberán ingresar la cuantía mensual del alquiler en la cuenta bancaria del Instituto Galego de Vivenda e Solo, descontada la subvención que reciben. Y después, será la administración la que haga el abono al arrendador.

Esta medida da mayor seguridad a los caseros porque saben que cobrarán el alquiler ya que la pagadora es la Xunta.

Pero por otra, aducen los socialistas, habrá dueños de viviendas que desconfíen ya que los pagos se pueden retrasar al ser la administración la pagadora, además de la necesidad del inquilino de explicarle el nuevo proceso al arrendador.

Los socialistas temen que con esta medida muchos caseros rechacen alquilar sus viviendas a las personas que obtengan la subvención para el alquiler.