La violencia en México se cobró este miércoles la vida del empresario ourensano Alberto Fornos, de 42 años, con pareja „la conoció allí„ y un hijo de dos años y medio. Fue tiroteado a la salida de un hotel, sector en el que emprendía siguiendo los pasos de su padre. Los medios del país aseguran que ya había sufrido amenazas de muerte. José Balboa „83 años„, concejal en Beariz (PP) y tío abuelo del fallecido, lo niega: "Él escribía muy bien y sin miedo, y a los narcos les daba por todos sitios en Facebook. Fue una vendetta en el sentido de: 'A este tío hay que callarlo".

En su perfil de la red social Facebook, Alberto comentaba la actualidad de España y de México, compartiendo informaciones. Era el mediano de tres hermanos.

La mujer, María del Mar, reside en Estados Unidos, desde donde ayer viajaba a México para acompañar a su otro hermano, Rodrigo, y a la madre, María del Carmen. El padre, José Luis, que emigró al país azteca en la infancia en la procura de un porvenir, junto a su progenitor llevaba unos seis meses en Beariz, con problemas de salud. En la actualidad está hospitalizado. Su domicilio, en la calle principal de Beariz, estaba ayer con las persianas echadas. Enfrente se encuentra la residencia de los tíos. La abuela del malogrado Alberto es la hermana de José Balboa, que ayer continuaba impactado por los hechos.

"Los familiares estamos todavía en el momento de pellizcarnos para despertarnos de esta pesadilla estúpida. Estamos sumidos y deseando despertar y que no sea cierto que unos desalmados se lo han cargado a la salida de un hotel", asegura un familiar.

Alberto nació en México, pero estudió en el colegio Salesianos de Ourense y se licenció en Periodismo en la promoción 1996-2000 de la Universidade de Santiago de Compostela (USC). Terminó la carrera con brillantez. Era inteligente, culto y muy aficionado a la lectura, dicen sus compañeros, muy afectados por el suceso. "No llegó a ejercer porque su padre tenía cierto poder económico y le dijo: 'Aquí me tienes para poder trabajar y vivir'. Al estar el padre delicado de salud, Alberto se enfrascó en el negocio", añade Balboa.

Solía regresar a Beariz en verano, aunque la última ocasión fue en 2018. Hacía coincidir su estancia con la fiesta patronal de la Asunción, de mediados de agosto, cuando el rural se revitaliza con el retorno al hogar de los emigrantes. El pueblo está consternado porque el joven y su familia son apreciados. La familia sopesa incinerar al joven emigrante en México y traer las cenizas a Beariz. "Me dijo que tiene la ilusión de tenerlas en la alcoba el resto de su vida", indica el tío abuelo José.

El crimen fue perpetrado en la tarde del miércoles, en el municipio mexicano de Zapopan, que pertenece al estado de Jalisco.

Fue asesinado cuando se encontraba a la entrada del hotel Puerta del Sol, del que era uno de los socios. Según el periódico mexicano El Informador, cuando el empresario ourensano iba a subir a un vehículo de su propiedad, un hombre vestido con ropa oscura le disparó al menos en tres ocasiones, en la cabeza y el abdomen, para después huir a pie del lugar.