España lleva años incumpliendo la normativa de seguridad mínima para los túneles de la red general de carreteras que exige la Unión Europea. Una directiva de 2004 obliga al Gobierno central a modernizar estas infraestructuras. Tras un primer aviso dado por la UE, que venció el pasado año, el Ministerio de Transportes comenzará de inmediato „bajo amenaza de sanción„ las actuaciones requeridas en los túneles de más de 500 metros. Nueve de estas infraestructuras críticas se encuentran en la comunidad gallega. Una de ellas, en Folgoso do Courel, ya está adaptada, pero otras ocho tienen pendientes las mejoras de seguridad.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se marca como prioridad adecuar cuatro túneles situados en la A-6 a su paso por Lugo y que están gestionados en la comunidad por la Dirección General de Carreteras (DGC). Se trata de las instalaciones de Doncos, Cereixal, Pedrafita y Villafranca, los cuatro con más de medio kilómetro de longitud y, por tanto, afectados por la directiva europea.

Desde el departamento que dirige José Luis Ábalos avanzaron a este periódico de que su adecuación se encuentra "en la fase de redacción de los proyectos". La licitación „detallan desde Transportes„ es "una prioridad" y exige una inversión de 21,3 millones de euros.

"En cualquier caso, estos cuatro túneles pueden considerarse seguros", sostienen fuentes del Gobierno, ya que, aseguran que en 2019, junto con el resto de túneles de la red transeuropea gestionados por la DGC, fueron objeto de un "análisis de riesgo" para determinar si era preciso acometer "medidas complementarias" para minimizar el riesgo mientras se llevan a cabo las obras para su plena adaptación. Aquellas pruebas, indican, concluyeron con que los cuatro túneles "son seguros con el equipamiento del que ya disponen".

A las cuatro instalaciones en terreno lucense „de las 77 afectadas en toda España „ se suman otras cuatro, tal y como detallan desde el Ministerio de Transportes, explotadas en régimen de concesión en la AP-9. Se trata de los túneles de O Sartego, Pedra do Couto y Campolongo, en el tramo de autopista entre A Coruña y Ferrol; y, por otra parte, del túnel de Candeán, entre Vigo y Peinador, todos ellos también con longitudes superiores a los 500 metros. Transportes informa de que "el proyecto actualmente en redacción estima una inversión necesaria de 32,65 millones de euros", para su adaptación a la normativa de la Unión Europea.

Medidas obligatorias

Había un noveno túnel afectado por las exigencias mínimas de seguridad de Bruselas, el de Folgoso do Courel, en la A-52, pero ya está plenamente adaptado. Desde el Ejecutivo relatan que en 2014 finalizaron los trabajos de "remodelación y adaptación" a la normativa europea, que permitieron renovar el revestimiento, el pavimento y las instalaciones del túnel, con una inversión de 26 millones de euros.

La directiva europea de 2004 establece medidas obligatorias para los túneles de entre 500 y 1.000 metros, con menos de 2.000 vehículos por carril. Entre otras exigencias, se incluye que las estructuras sean resistentes al fuego o el cruce de las medianas fuera de cada boca, además de sistemas de vigilancia con detección automática de incendios y accidentes y suministros de electricidad. Si el tráfico excede de esos 2.000 vehículos, obliga a habilitar salidas de emergencia y medidas extra de seguridad si el túnel se ubica en carreteras con más de un 3% de pendiente.