La Fiesta de Interés Turístico Internacional de la Rapa das Bestas, necesita del respaldo de las administraciones públicas. No cabe duda de que la perpetuidad de la ancestral celebración pasa, no solo por el trabajo que realizan los integrantes de la asociación que la promueve en Sabucedo a lo largo de todo el año, sino por la propia conservación de los caballos en el monte. Y es aquí donde está el gran problema. El colectivo Rapa das Bestas urge la ayuda del Concello de A Estrada „lo hizo en su día también con la Xunta„ para que colabore con los desbroces que precisa el hábitat de esta cabaña. Indican que en aproximadamente una década se ha pasado de 600 équidos a los actuales 210.

"Si esto no se arregla no tenemos nada qué hacer", apunta el presidente de Rapa das Bestas, Paulo Vicente Monteagudo. Piden la ayuda del ayuntamiento para la práctica de desbroces, incidiendo en el que la cabaña necesita un monte limpio para poder tener pasto y asegurar su supervivencia.

Reconocen que en la merma experimentada en la última década hubo otros condicionantes, caso de los incendios de 2006 „se perdieron entre 60 y 80 équidos„ o los cambios en la normativa. Esta obliga a tener los animales con microchip, una cuestión que propició que muchos particulares apostasen por vender sus animales. "Básicamente quedan las bestas de la asociación", señalaron.

"Necesitamos tener monte limpio porque sin monte limpio no hay nada qué hacer", inciden desde Rapa das Bestas. Apuntan que la asociación tendría que afrontar la compra de más animales para poder mantener un número importante de caballos en el monte para la celebración de los diferentes curros del año, contando con que algunos ejemplares con sustraídos y otros devorados por el lobo. No obstante, el presidente de Rapa das Bestas pone el acento en que la asociación quiere que sus potros "salgan de una selección natural de nuestras bestas". "El tema de Cabalo Galego de Monte es muy serio para nosotros y no queremos estar comprando animales sin saber realmente de dónde vienen. Queremos una reproducción natural, porque el monte está bien, porque hay comida y por los animales procreen; no por un sistema artificial", defiende Paulo Vicente.

Las peticiones pasan, principalmente, por reclamar la ayuda del Concello para la realización de desbroces. En su momento la asociación también hizo extensiva esta petición a la Xunta, momento en el que se les solicitó la reunión de firmas con los permisos de comuneros de monte para realizar estas labores. Explican que Rapa das Bestas cumplió con su parte y reunió las firmas, pero no volvió a saber nada.

Tienen el compromiso del Concello para realizar la limpieza este año.

Llegado el mes de marzo, los trabajos empiezan a cobrar especial urgencia, ya que a medida que se acerque la época de riesgo de incendio estas labores no estarán permitidas en el monte. Rapa das Bestas desbrozó el año pasado 100 hectáreas de monte y el anterior alrededor medio centenar de hectáreas más. En los dos primeros meses de este 2020 ya actuó en 20 hectáreas. El Concello se les indicó que podría asumir 150-200 hectáreas.