El sector turístico gallego peca de escaso esfuerzo inversor en innovación y una muy reducida apuesta por las nuevas tecnologías en el desarrollo de su actividad. Esta es, al menos, una de las conclusiones de dos informes que se pusieron sobre la mesa en unas jornadas organizadas el pasado mes de febrero en Santiago y de cuyo contenido se hace eco el Clúster Turismo de Galicia. Las cifras son elocuentes. El 68% de las empresas que conforman el sector no reservaron en sus presupuestos de 2019 ninguna partida destinada a la innovación y el 83% considera que no ve necesario cambiar el modelo de negocio en la comunidad autónoma ante las nuevas tecnologías o los crecientes proceso de digitalización.

"El informe destaca la falta interés mayoritario de la empresa por el cambio digital, apostando por la mejora y desarrollo del producto, la gestión de la imagen del establecimiento y la potenciación de los canales de comercialización y venta antes que por aspectos como la realidad virtual o la economía colaborativa, no exponiéndose a un cambio de modelo del negocio", extrae el Clúster a modo de resumen de lo que contiene el estudio realizado por Esade Creapolis sobre las innovación en el sector turístico gallego.

Quizás una de la causas que está detrás de esta falta de inversión en la actividad innovadora es que el 78% de la oferta turística de la comunidad la integran "microempresas", con lo cual sus recursos presupuestarios son reducidos.

Según la encuesta de Esade Creapolis, solo un 32% de las firmas involucradas „alojamiento, restauración, transporte, actividades de ocio y deportivas y mediadoras„ destina una parte de sus presupuestos anuales a innovación, aunque solo el 14% destina a este fin más del 2% de sus gastos. Pero la gran mayoría, dos tercios de todo el entramado, no reservó ni un euro para la innovación, 10 puntos más que el porcentaje de 2018.

Vinculado de alguna forma a lo anterior también está el hecho de que el 83% de las empresas del sector no ve ninguna necesidad de modificar su modelo de negocio para adecuarse a un nuevo escenario marcado por el uso de las nuevas tecnologías o los cambios en los hábitos de consumo, donde internet se utiliza para evaluar la calidad en un servicio, escrutar las ofertas de un determinado destino y, por supuesto, realizar reservas y contrataciones.

El 50% no está dispuesto a cambiar y otro 33% cree que no es necesario dado que los cambios que sufrirá el modelo de negocio no serán significativos a largo plazo.

Por el contrario, otro 17% de las empresas sí prevé que las alteraciones sean de calado a largo plazo o ya en un futuro próximo. De estos, solo la mitad de las firmas admiten que al menos tiene claro hacia dónde quieren ir, pues ya tienen los objetivos marcados.

Como preocupaciones, el sector cita la todavía alta estacionalidad, la falta de planificación de los negocios y el valor de la marca en Galicia, aunque también le inquieta el cambio de hábitos de los consumidores, los precios más baratos por la competencia y los costes ambientales. A lo que contraponen que la rentabilidad es positiva y que esperan que mejora todavía más en los próximos cinco años, teniendo en cuenta que en 2021 se celebrará el Xacobeo, todo un fenómeno de atracción para el turismo.