Vuelta a la situación anterior al 10 de febrero, día en que el presidente de la Xunta convocó las elecciones para el 5 de abril. Los comicios ha sido anulados oficial y formalmente, por lo que ahora se deberán repetir unos nuevos, en una fecha indeterminada pero sin exceder el 25 de octubre, empezando desde cero y desarrollando íntegramente el proceso, con precampaña y campaña, actualización del censo, selección de los integrantes de las mesas o elaboración de candidaturas al Parlamento. Y el Gobierno gallego, hasta la firma de la nueva convocatoria, recobra todas las competencias, recuperando aquellas que estaban limitadas por los procedimientos electorales, como campañas institucionales de promoción, inauguraciones de obras o adjudicaciones de determinados contratos. Las restricciones han cesado y está funcionando ya en modo ordinario, salvo por la crisis sanitaria, que prioriza todas sus actuaciones y fue el origen de la suspensión de los comicios. En Galicia y en Euskadi.

La anulación en la comunidad gallega se produjo ayer en un Consello de la Xunta extraordinario celebrado en A Estrada, en el Centro Integral de Atención ás Emerxencias, y con más de la mitad de sus miembros participando telemáticamente desde Santiago. Lo que hizo el Ejecutivo autonómico fue aprobar el sencillo decreto que las suspende tras obtener previamente el visto bueno, para despejar cualquier reparo de legalidad que pudiera haber, de la Xunta Electoral de Galicia, a la que se había hecho llegar el miércoles el texto consensuado entre el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, y los líderes o candidatos a la Xunta del PSOE, Galicia en Común, BNG y Ciudadanos.

Dado que se está ante una situación excepcional por la crisis sanitaria y nunca se habían suspendido unas elecciones en España, entre Feijóo y los partidos políticos más representativos formularon un decreto "limpio" que permitiera anular la convocatoria. Tan solo se estipula que los comicios del 5 de abril quedan sin efecto y que una vez levantado el estado de alarma por parte del Gobierno central y la situación de emergencia sanitaria por parte de la Xunta, "en el menor tiempo posible", Feijóo firmaría otra convocatoria electoral „ya que es una prerrogativa presidencial„, pero tras escuchar la opinión de los partidos para tratar de buscar un acuerdo sobre la mejor fecha. Audiencia que no es preceptiva, pero que se les dará por el actual escenario del coronavirus.

El decreto ya se publicó ayer a media tarde en el Diario Oficial de Galicia en una edición especial y se remitió también el BOE.

La Xunta Electoral de Galicia validó el decreto, pero fijando condiciones. El proceso de elecciones se repetirá íntegramente, por lo que se tendrá que hacer una nueva convocatoria por parte del presidente de la Xunta y a partir ahí, activar todo el engranaje, con elaboración de candidaturas y proclamación de las mismas, actualización del censo y celebración de precampaña y campaña, así como de todos los demás derechos y obligaciones que asisten a cualquier proceso electoral.

"La Xunta Electoral de Galicia entiende que la repetición íntegra del proceso es lo que mejor se ajusta para que esa futura votación se pueda realizar en libertad de concurrencia, votación y ejecución sin solución de continuidad", sostiene.

Tanto el Gobierno gallego como los partidos llegaron a plantearse retomar las elecciones en el punto que quedarán ahora, es decir, con solo los quince días de campaña pendientes, si bien ya eran conscientes de las dudas legales que una decisión así conllevaba. La Xunta Electoral las aclaró definitivamente. Tiene que repetirse el proceso completamente. De la misma forma que confirma que el presidente el presidente de la Xunta está facultado legalmente para anular la actual convocatoria electoral debido al estado de alarma en que se encuentra toda España por el coronavirus.

Y el compromiso de Feijóo con los partidos para intentar acordar la nueva fecha, es un valor para la Xunta Electoral, porque ofrece "garantías de pluralismo, participación y transparencia del procedimiento" para repetir los comicios.

No obstante, considera que la participación de la Diputación Permanente del Parlamento en el proceso para reanudar las elecciones "no es imprescindible", respondiendo así a una alegación de los grupos de la oposición, que reclamaban que Feijóo también diera audiencia a la Diputación Permanente antes de decidir la fecha.

"Empezamos de nuevo. La Xunta recupera para sí plenas competencias políticas, administrativas y de comunicación con los medios. Estamos con las funciones de un gobierno ordinario", comentó Feijóo tras el Consello extraordinario.

Sobre el plazo de las elecciones, en un escenario optimista podrían celebrarse en junio, pero lo más probable es que se vayan a septiembre dada la evolución de la crisis sanitaria. El único límite legal que no se puede superar es el 25 de octubre, fecha en que se agota la legislatura actual.

El presidente de la Xunta ha buscado siempre que las elecciones gallegas coincidieran con las vascas. Y así estaba previsto también para el próximo 5 de abril. Que vuelvan a coincidir cuando se retome la convocatoria, ahora es más complicado, porque no depende únicamente de la voluntad de Feijóo, sino de la evolución sanitaria en cada uno de los territorios.

Preguntado al respecto, el también líder del PP autonómico destacó que los decretos del Gobierno vasco y del gallego son prácticamente iguales. "A partir de ahí lo que puede variar es cuándo finalice el estado de emergencia sanitaria en Euskadi y en Galicia. Si finalizasen en el mismo día o en la misma semana, podrían volver a coincidir. Pero si en una comunidad se prolonga durante varias semanas más, entonces habría dificultades para volver a coincidir", señaló. Por ello, aseguró que "en este momento es imposible" saber cuándo van a ser las elecciones.