La Policía Nacional detuvo ayer en el puerto de Avilés a dos submarinistas profesionales cuando extraían cocaína camuflada en los respiraderos de una embarcación mercante procedente de Perú para su distribución en Europa. Antes de desembarcar en Avilés habían sopesado la posibilidad de hacerlo en A Coruña y también en Vigo.

La operación, en la que fueron arrestadas otras dos personas en tierra, se llevó a cabo junto a servicios de inteligencia y antidroga de Panamá, EEUU y Perú. Los agentes intervinieron 72 kilos de cocaína, 2.200 euros, 2.300 dólares, documentación, dos vehículos de alta gama y diez teléfonos.

Los detenidos formaban parte de una organización colombiana de narcotraficantes que utilizaba a submarinistas para introducir droga en embarcaciones atracadas en puertos sudamericanos con destino a Europa, donde la recuperaban del mismo modo. Con este método eran capaces de introducir grandes cantidades de sustancias estupefacientes, que alcanzan entre 100 y 200 kilos, en función de la nave.

Control

El mercante atracado en el puerto de Avilés zarpó de Callao (Perú) y, desde que llegó a España, la Policía Nacional tenía controlado a los dos buzos profesionales que iban a sacar la droga del barco.