La Dirección General del Catastro concluyó el año pasado en Galicia el programa extraordinario de regularización de bienes cuyos propietarios no los habían declarado y, por tanto, no estaban pagando el correspondiente IBI. La inspección ha permitido descubrir nada menos que 447.910 inmuebles que estaban a todos los efectos fuera del foco fiscal, de los que 163.544 pertenecen a la provincia de A Coruña. Su inscripción en los registros catastrales permitirá nutrir las arcas municipales y el Ministerio de Hacienda calcula que la regularización de este casi medio millón de bienes ocultos supondrá para los concellos unos ingresos adicionales, en concepto del IBI, de unos 50 millones al año, al margen de lo que ya han ingresado por la liquidación de los atrasos.

Este plan extraordinario se inició a mediados del año 2013 y el objetivo era regularizar los bienes que no figuran en los registros del Catastro, ya sean construcciones de nueva planta, ampliaciones, cambios de uso o reformas. Para ello, se peinaron todos los ayuntamientos con drones, fotografías aéreas y recorridos a pie.