Galicia, y particularmente, la comarca de O Salnés, fue escenario ayer de una nueva operación antidroga. Se saldó con 27 personas detenidas, diversos bienes materiales incautados y unos 4.000 kilos de droga intervenidos, junto con diversa documentación que debe arrojar pistas sobre una red de narcotráfico que estrecha lazos entre América y Europa.

Quince de los detenidos son los tripulantes del barco, un remolcador con bandera de Togo y de nombre Karar. Todos ellos son de origen asiático, menos un gallego. El resto de arrestos se produjeron en tierra en diferentes puntos de la provincia de Pontevedra -cuatro en Vilanova de Arousa, dos en Vigo, dos en Cambados, y una en O Grove, Ribadumia y A Pobra do Caramiñal- y uno de ellos en la de A Coruña.

Fuentes de la investigación han concretado también que el apresamiento del buque se produjo en la madrugada del domingo a unas 200 millas de las costas gallegas, y no en las cercanías de Canarias, como se informó inicialmente.

Siete de los detenidos en tierra permanecen en los calabozos de la Policía Nacional de Vigo y cinco en la de Pontevedra, pendientes de pasar a disposición judicial, previsiblemente a lo largo de mañana martes.

También para mañana está prevista la llegada al puerto de Vigo del buque interceptado en altamar por las fuerzas de seguridad y que está siendo escoltado hasta tierras gallegas.

Es la segunda macrooperación en menos de un mes y permite recuperar una cantidad de droga casi idéntica, aunque en este tipo de dispositivos policiales la cifra puede variar cuando se realiza el pesaje oficial y, sobre todo, cuando se completa el operativo.

En principio, esas cuatro toneladas de droga serán depositadas mañana en el puerto de Vigo. La mercancía llegará a bordo del barco en el que estaba siendo transportada, al que se seguía la pista desde hace tiempo.

El abordaje precipitó los acontecimientos, dando lugar a la oleada de registros y detenciones efectuados en tierra firme, sobre todo en la comarca arousana.

Es un operativo conjunto de la Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) que no está cerrado. Al cierre de esta edición eran seis los detenidos, pero aún podían realizarse nuevas detenciones, como también a lo largo de esta semana.

El mutismo de los agentes es absoluto, lo que impide facilitar todos los detalles de la redada. Sin embargo, se sabe que realizaron controles, registros y detenciones en localidades como Vilanova de Arousa, Vilagarcía, Cambados, A Illa, Sanxenxo y O Grove, entre otros puntos de la comarca.

Destacaron los llevados a cabo en lugares como Ousensa, San Miguel de Deiro, Carril, San Vicente, Terra de Porto, O Binquiño y Meloxo, donde incluso algunos de los investigados, acompañados de sus abogados, pudieron seguir de cerca las pesquisas.

En Vilanova fueron arrestados algunos viejos conocidos de las fuerzas de seguridad, como J. C. S. y B. V., mientras que en O Grove apresaron a Y. R. cuando se encontraba en una vivienda de la calle Alcalde Xacobe Barral, en pleno centro urbano.

Es un hombre popular en la localidad, natural de la parroquia de San Vicente y con un comercio en la villa. Tras ser detenido e introducido en el coche policial, fue trasladado por los agentes hasta el barrio de Porto Meloxo. Allí, tras ser cacheado nuevamente al bajar del turismo, pudo hablar detenidamente con su abogado.

Inmediatamente después comenzaron los registros en la zona portuaria conocida como muelle de Escuredo, y más concretamente, en una de las naves almacén -en alquiler- asentadas en ese lugar, entre las playas de Meloxo y Labaxeira. Se investiga si servía de almacén para planeadoras implicadas en el narcotráfico.

Tras conseguir abrir las puertas, no sin cierta dificultad, los agentes accedieron al interior para efectuar un minucioso registro que, finalmente, se saldó con la incautación de una lancha planeadora que fue puesta a buen recaudo.

Es solo un ejemplo de lo sucedido durante la mañana de ayer con este operativo policial, que generó enorme expectación. A pesar del confinamiento, eran muchos los vecinos que salieron a la calle para, por primera vez desde que se decretó el estado de alarma, dar un paseo con sus hijos. Y lo que se encontraron fue una multitud de agentes y coches patrulla.

En el registro de Meloxo, los policías cachearon al detenido mientras a su lado pasaban algunos niños con sus progenitores.