El gobierno de Reino Unido no se tomó en serio la pandemia de coronavirus, se resistió a decretar medidas de confinamiento y acabó haciéndolo tarde. El resultado, una elevada tasa de infección de la enfermedad y miles de fallecidos que, todo apunta, serán aún varios miles más. El modelo predictivo de los investigadores Juan Luis Fernández y Zulima Fernández-Muñiz describe el duro y largo camino que le queda por recorrer a un país cuyo presidente, Boris Johnson, se negó a actuar primero y acabó después ingresado grave tras resultar contagiado. Reino Unido pasó el pico de nuevos infectados el 15 abril y se sitúa ya en la bajada de la curva. Pero con mucho que descender aún. Alcanzaron un máximo de unos 6.000 infectados diarios, con un promedio de 5.500. Ahora están en torno a los 4.000. Es decir, "todavía les queda gran parte de la bajada", aclara Juan Luis Fernández. Su estimación establece que a los británicos les restaría otros treinta días, o incluso más, para controlar la pandemia. Ya superan los 177.000 casos registrados. Su constante de virulencia es de 0,12, lo que significa que un británico con el Covid-19 está generando otros ocho infectados. Una tasa de contagios notable y en la que seguramente haya tenido que ver la tardanza en adoptar medidas de confinamiento. En cuanto al número de fallecidos, los datos del país británico sumaban ayer 27.510. Según el modelo matemático citado, podrían llegar a los 35.000 y en el peor de los escenarios superarían los 45.000. Además, tardarán todavía 20 días en estabilizar el número de muertos. Asimismo, la tasa de recuperaciones es aún muy baja. Según la predicción, al país británico le queda aún mucho más camino por recorrer que a España.