Desde el pasado 13 de marzo, el Gobierno prohibe atracar a ningún crucero de "cualquier origen" en los puertos españoles. La restricción formó parte del primer bloque de medidas "excepcionales" para atajar la virulencia de la pandemia en España. El veto, por otra parte inédito en la historia portuaria marítima, llegó en un momento en el que el tráfico de pasajeros estaba en pleno crecimiento. Al menos así lo manifiesta el ente Puertos del Estado que indica que "el tráfico de pasajeros, antes de decretarse las restricciones de movilidad, continuaba creciendo a un ritmo del 6,98%, superándose los 4 millones de personas transportadas por vía marítima".

En los dos primeros meses del año llegaron doce cruceros a Galicia. Cinco de ellos atracaron en el puerto de A Coruña, (los mismos que en los dos primeros meses de 2019; seis en Vigo (el doble que en 2019) y uno a Ferrol (el año pasado fueron dos). A bordo de los buques viajaron más de 16.500 pasajeros, lo que supuso un incremento superior al 40% respecto del mismo período del año precedente, cuando en España ya se empezaba a vislumbrar un descenso del 1,46%.

El de A Coruña, uno de los grandes puertos de cruceros del noroeste español recibió en los doce meses de 2019 algo más de 160.000 pasajeros de crucero que llegaron al muelle de trasatlánticos a bordo de más de cien barcos. Esta cifra supuso un descenso del 10% respecto de los visitantes atracados en 2018 (cerca de 180.000). El parón ocasionado por la crisis del coronavirus impedirá, casi con toda probabilidad, recuperar esos registros para 2020.