Su cabeza no deja de pensar e idear. El futuro, aventura, profesionalmente será complicado. El presente, confiesa, familiarmente está siendo muy difícil. Desde su encierro, el creador y director musical de Film Symphony Orchestra, reflexiona sobre la nueva normalidad. La crisis ha obligado a su empresa a cancelar 25 conciertos y devolver la entrada a 40.000 espectadores.

A una persona acostumbrada a viajar tanto, ¿cómo se le está dando el confinamiento?

Ha sido complicado y dramático porque mi padre falleció el 19 de marzo y a mi madre la hemos ingresado con una hemorragia cerebral. El confinamiento está siendo duro. Lo siento como un periodo de mucha reflexión porque cuando pasas por una situación así te das cuenta de que vivimos con nuestro ruido diario y no le damos importancia a la muerte, al duelo, la enfermedad y el sufrimiento. Y ahí está. Le he dado muchas vueltas a las cosas. He intentado hacer, como todo el mundo, deporte con esas aplicaciones con las que con dos botellas de agua de litro y medio y dos kilos de arroz te montas unas mancuernas. He escuchado mucha música, he leído, he visto cine... Ha sido un tiempo en el que me alegra haber comprobado que la cultura, tan descuidada y dejada como algo de segundo orden, se ha puesto en valor. Se ha demostrado que el ser humano necesita de la cultura para emocionarnos, alegrarnos, llorar... Un libro nos despierta una inquietud; una canción, una lágrima; una película, una emoción... Se ha demostrado que ahora más que nunca, la cultura es necesaria. Lo que me gustaría es que la cultura se considerara como algo esencial como ocurre en Alemania. ¿Qué hubiera sido este confinamiento sin películas, sin libros, sin música...? En esta época cualquier intento de suscitar una sonrisa es muy loable.

A distancia, ¿la orquesta ha seguido ensayando?

No, porque era imposible. Hemos tenido que cancelar, y eso es dramático, alrededor de 25 conciertos que son con los que se cerraba esta gira. Más de 40.000 personas tenían ya su entrada. Imagínate el trabajo de los 70 músicos, técnicos de sonido e iluminación... nuestra empresa ha tenido que entrar en un ERTE de reducción de jornada. La situación es complicada. Hemos generado algún tipo de actividad para animar a la gente como el vídeo que lanzamos con Star Wars y aportar nuestro granito de arena y suscitar una sonrisa o alegrar un poco el día. En julio o agosto ya hablaremos para ver cómo está la cosa.

¿Se ha planteado cómo será la nueva normalidad?

Ya veremos qué sucede con el tercio o la mitad de los aforos. Va a cambiar todo y el contexto de nuestra compañía va a tener que cambiar. Vamos a tener que reinventarnos y ver qué hacemos en el futuro porque con esos aforos, una entidad privada como la nuestra que depende de las entradas y que tenemos unos gastos fijos importantes porque hemos apostado por la música de cine de alta calidad y en un formato Hollywood, no se va a poder seguir. Estamos a la expectativa de ver qué sucede.

Tampoco podrá dirigir a tantos músicos (70) sobre el escenario, las distancias aumentan.

Cierto, pero no es solo la disponibilidad sobre el escenario sino también la logística ya que nosotros nos movemos en dos autobuses de 55 y ahora, para llevar a 70 músicos, necesitaremos 4 autobuses, luego está el alojamiento en los hoteles... Somos una compañía itinerante que hoy dormimos aquí y mañana en Granada. El futuro, para determinados modelos de negocio, es muy incierto.

¿Siente ansiedad?

No te voy a negar que son momentos complicados y que sí, me preocupa. Debemos ser maduros y afrontar la situación porque no podemos obviar su gravedad. Es un momento complicado para el sector de las artes en vivo. Todo es difícil y entiendo que el Gobierno no puede decir: 'Todos a la calle' o 'todo vale'. No se puede. Estamos expectantes, asumiendo la gravedad y siendo responsables. Nuestro último concierto fue el 8 de marzo en Barcelona, el martes 10 fuimos a El Hormiguero para promocionar la gira y el jueves empezaron los aplazamientos.

El mundo de la cultura se ha lanzado a compartir contenidos gratuitos. ¿Lo gratis pierde así parte de su valor?

A ver, todo es matizable. Hay que confiar en la inteligencia del ser humano pero, en el paquete, también hay piratas y gente poco sensibilizada. No es lo mismo ofrecer gratuitamente un concierto que una interpretación. Lo que ha hecho Alejandro Sanz hay que entenderlo como un gesto excepcional, pero no es un concierto. De ahí a que se crea que Sanz tiene que tocar gratis para todos para siempre, está equivocado. Hay gente que malinterpreta las acciones que se hacen de buena fe.

¿Con el nuevo panorama se plantean hacer conciertos online premium ?

Estamos trabajando en ello y es un posible escenario. De este mundo tiene que comer mucha gente y hay que buscar fórmulas. Creo que más allá de denunciar a los manteros que venden películas en las playas, hay que hacer una campaña de concienciación y educación a la sociedad para que seamos conscientes de que igual que se paga por el pan, porque si no un panadero no come, hay que pagar por un disco porque si no el músico dejará de crear esa canción. Lo gratis no puede ser la norma.

¿Con el Covid-19, el concepto de la Film Symphony Orchestra cambia?

No me lo pintes así que me va a dar algo. La situación obliga a reinventarnos porque el modelo es inviable. Nadie se la quiere jugar. No queremos cerrar y ya estamos reinventándonos en otro formato para que, mientras no haya una vacuna que nos devuelva a la normalidad, mantenernos para poder seguir trabajando todos.

¡Cómo valoramos ahora lo poco valorado!

El primer día que se podía hacer deporte, a las siete ya estaba yo preparado para salir a la calle. Pienso que damos por hecho cosas que realmente tienen mucho valor como los abrazos. En estos meses también nos hemos dado cuenta de que necesitamos mucho menos para vivir y ser felices que lo que creíamos. Al final es asumir las circunstancias.

¿Ya ha pensado qué música incluirá en su gira 2021?

Ya tengo plan A, B y C. Trabajamos con dos años vista y tenemos ya montada la gira por auditorios de España y Portugal que se iniciará el 1 de octubre y acabará el 1 de mayo. Tenemos cerradas 60 fechas, pero ya veremos cómo estamos en octubre y cómo lo hacemos. Seguiremos haciendo música de cine. Desde que empezó a ponerse feo todo eso, estoy trabajando en varios planes porque no sé realmente qué va a pasar. Lo importante es seguir actuando, como sea.