Con apenas unos minutos de diferencia, el presidente de la Xunta y el lehendakari anunciaron la convocatoria de elecciones el 12 de julio. Los argumentos esgrimidos por ambos son casi idénticos. Urkullu defiende que se dan las condiciones necesarias para celebrarlas en esa fecha y garantizó que se irá a las urnas "con plenas garantías de seguridad para la salud de las personas", después de que Euskadi haya superado la situación de "emergencia sanitaria" y abra una nueva fase de "vigilancia y control".

El mandatario vasco se comprometió a dejar sin efecto las elecciones del 12-J, en caso de que hubiera rebrotes. En caso de ocurrir esto, habría alternativa para celebrar los comicios antes del 25 de septiembre. En Galicia el decreto de convocatoria recoge la posibilidad de una nueva suspensión.

El lehendakari esgrimió dos razones. Por un lado, sanitarias al señalar que la situación actual es "significativamente mejor" a la que llevó a declarar la emergencia sanitaria en Euskadi el 13 de marzo. La segunda razón que alegó es de "naturaleza jurídica y legal" para cumplir el "derecho democrático fundamental, como es el de sufragio". "La legislatura ha concluido y el Parlamento Vasco está disuelto", señaló.

También en el País Vasco la convocatoria electoral fue recibida con recelo por la oposición. El PP no se opone pero exige que se garantice que se puede votar con normalidad. El PSOE que, en Galicia rechaza elecciones en julio, en Euskadi respalda a Urkullu.