Por quinta ocasión, Galicia y Euskadi coincidirán en la fecha de sus respectivos comicios -el 5-A ambas aplazaron la cita-, si bien fue esta última la que lanzó la ofensiva para que el Gobierno garantizar su apoyo a una convocatoria incluso durante el estado de alarma. El Gobierno vasco reconoció ayer que las opciones que maneja para la jornada electoral en aras de reducir el riesgo de contagio del coronavirus.

Pedirá al Gobierno central ampliar los plazos para solicitar el voto por correo -expira el 2 de julio también para Galicia- para potenciar esta modalidad de sufragio y estudia la opción de limitar las franjas horarias para el voto en función de características como la edad, aunque reconoce las dudas legales al respecto. También instalará gel hidroalcohólico en colegios electorales, limitará aforos al mismo tiempo y estudia trasladar los puntos de votación con más de diez mesas a lugares más amplios.

En Galicia Feijóo apostó por multiplicar las mesas electorales y fomentar el voto por correo.