La Xunta se ha fijado el objetivo de que ardan menos de 17.000 hectáreas en 2020, en el marco de una campaña en la que se buscará "incrementar" la detención de incendiarios, al tiempo que se tratará de reducir la media de 548 fuegos anuales registrados en la última década.

Estas son algunas de las cifras que se recogen en el plan de lucha contra el fuego (Pladiga) de la actual campaña, un documento provisional a falta de ser trasladado al Consello Forestal de Galicia antes de su posterior aprobación definitiva por el Consello de la Xunta. Tras un 2017 marcado por la ola de fuegos en el que hubo más de 62.000 hectáreas arrasadas, Galicia vivió dos años con un descenso significativo de terreno quemado en 2018 (2.600 hectáreas) y 2019 (6.838 hectáreas).