Pilar de Lara, cesada por el Poder Judicial por una falta muy grave de desatención en el ejercicio de las competencias judiciales, considera que la sanción que se le impuso es "desproporcionada" y advierte de que se ha incurrido en "desviación de poder".

Lamenta que no se tuviera en cuenta las carencias materiales y las presiones que sufrió en el ejercicio de su cargo, según expresó en una entrevista a el diario.es. La magistrada, que instruyó macrocausas como la Pokemon, abandonó el juzgado de Instrucción número 1 de Lugo en febrero. Cuando finalicen los siete meses de suspensión de empleo y sueldo volverá a pedir plaza en el concurso de destinos. "Me he hecho a la idea de que probablemente tenga que marchar a muchos kilómetros de mi residencia habitual, lejos de mi familia", comentó. Ve probable conseguir plaza en Asturias, aunque asegura que tampoco le importaría irse a Cataluña.