El campo gallego resiste a la guerra de precios que perciben por sus productos y a la crisis desatada por el estallido del coronavirus. Con las bajas tarifas que cobran en origen unido a los efectos del Covid-19, son cada vez más las explotaciones que tienen dificultades para llegar a fin de mes y algunas acaban por echar el cierre. Para dar un balón de oxígeno a l rural, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció ayer la firma de un convenio con distintas entidades bancarias por valor de 210 millones de euros para adelantar al mes de julio el pago de las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC), una medida que afectará a 27.000 agricultores.

Así lo ha avanzado en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consello de la Xunta, en el que detalló la firma del convenio con Abanca, Caixa Rural Galega, Sabadell, Santander y Caixabank "para que los agricultores no tengan que esperar a otoño para recibir estos fondos", con un adelanto "que no tendrá ningún coste para ellos".

"La comisión de los préstamos, del 1%, será financiada íntegramente por la Xunta, que tiene la obligación de dar liquidez en este momento", detalló el jefe del Ejecutivo gallego, al tiempo que precisó que esta ayuda se podrá solicitar antes del 31 de julio y su formalización se realizará en un máximo de quince días.

Feijóo anunció que subvencionará la instalación de mamparas en taxis y vehículos de transporte con conductor (VTC) entre el 1 de marzo y el 31 de julio con una ayuda de 75 euros por vehículo, que supone "entre el 80 y el 100 % del coste de su instalación". El Consello también aprobó destinar ocho millones para suplementar las prestaciones de los ERTES con seis millones para aquellos de menor cuantía y otros dos millones orientados a mayores de 55 años que hayan perdido su empleo. "También hemos aprobado una inyección de 16 millones a autónomos y pymes para financiar la adecuación de locales, autobuses y camiones a las medidas de higiene y seguridad.